Sí, así como lo lees. Planifica tu embarazo y prepara tu cuerpo para albergar una vida y de esta forma reduces la probabilidad de tener una cesárea. Es decir, cuando te embaraces, tu cuerpo debe estar saludable.
Puerto Rico tiene, quizá, de las más altas tasas de cesáreas en el mundo, es un asunto que se viene exponiendo desde el 2007 cuando se reportó un 49.2 % de nacimientos por cesárea. Los ginecólogos lo saben y están haciendo todo lo posible para reducir ese número.
¿Por qué ese número es tan elevado? De acuerdo con el ginecólogo Nabal Bracero, es una ecuación compleja en la que existe una combinación de acceso a mucha tecnología que ayuda a identificar situaciones de riesgo para el feto y/o la mamá y un ambiente médico legal o de decisiones que se toman que se pueden tornar en algo más complejo”. Se refiere, por ejemplo, a tener a una madre a los 40 años tratando de dar a luz después de múltiples complicaciones durante el embarazo o que tenga más de 37 semanas de gestación y tenga poco líquido o que el bebé esté mal presentado.
Sin embargo, Puerto Rico no es un caso aislado. Según Bracero, se trata de un problema a nivel global con países desarrollados y a nivel nacional con Estados Unidos. Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado como aceptable una tasa de cesárea entre 10 y 15 %, lo cual aplica a todos los países, incluyendo los del tercer mundo en donde carecen de adelantos tecnológicos y profesionales adiestrados en medicina.
“Como jurisdicción de Estados Unidos, nos aplican los objetivos que establece el Healthy People 2020, en el cual se busca alcanzar un 23.9 % de cesáreas primarias (primera vez que la madre es sometida a este procedimiento) y un 81.7 % de cesáreas repetidas (la madre ya cuenta con un historial de parto por cesárea)”, afirmó. Según el más reciente informe publicado de Estadísticas Vitales de Puerto Rico, para el 2016 un 46.13 % de nacimientos fue por cesárea, lo cual representa una merma de 3.07 % desde la tasa de 49.2 % de nacimientos por cesáreas reportada en el 2007.
Factores que aumentan las cesáreas
Según explicó Bracero, en compañía del también doctor Octavio Santiago, son muchos factores los que han contribuido a elevar la tasa porcentual de cesáreas: el uso del monitoreo fetal intraparto, y la pérdida de habilidades para realizar algunos procedimientos como el uso del fórceps o la atención de partos vaginales no cefálicos. Igualmente, mencionó los cambios que se han dado en las recomendaciones del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología en cuanto al parto vaginal en bebés con presentación de nalgas y en los requisitos para poder hacer partos vaginales luego de cesáreas, la práctica de la inducción electiva de parto, la práctica defensiva de la medicina, aumento en comorbilidades o condiciones de riesgo y el aumento en edad materna, entre otros.
Riegos de la cirugía
Los riesgos de una cesárea son tanto para la madre como para el bebé. Con un parto natural, se evita la exposición a la anestesia, una cirugía mayor, hemorragias, infecciones y la complicación del dolor durante la recuperación. “Todos estamos claros y de acuerdo que vaginal es mucho mejor que cesárea”, señaló Bracero.
En cuanto al bebé, Santiago indicó que son básicamente las mismas complicaciones. “Cuando se toma la decisión de hacer una cesárea electiva los riesgos para el bebé disminuyen, no así cuando hay que sacarlo de emergencia y se tiene que hacer la cirugía en menos de tres o cuatro minutos y existe el riesgo incluso de cortarlo con las incisiones que se hacen a la madre por el apuro de sacarlo”.
Reducir las cesáreas
Una de las cosas más importantes es tratar de disminuir las cesáreas electivas, los partos que se inducen a veces por condiciones médicas maternas, sostuvo Santiago. Esto se logra, básicamente, tratando de aminorar los factores de riesgo como la diabetes. “Es importante el cuidado prenatal, que la mamá tenga una buena condición de salud cuando se produzca el embarazo; que el azúcar y la presión estén bajo control y que tenga un peso adecuado, por ejemplo. Eso abre una ventana para que el embarazo sea más sano y se pueda lograr el ideal de un parto vaginal a término”, indicó Bracero.
Según el ginecólogo, es importante que la mujer o la pareja, ejecuten un plan de vida reproductiva, en el que se determine cuándo van a tener el bebé, cuántos tendrán, identifiquen alguna afección crónica que pueda complicar la búsqueda del embarazo o que pueda complicarlo. Todas estas situaciones se deben discutir con el ginecólogo tan temprano como a los 20 años, para tener un embarazo planificado y evitar una cesárea, dijo Bracero.
Foto: Pixabay