YO tengo buena autoestima, (Me solía decir ELLA) No obstante, en su conducta no se veía reflejada esa cualidad. En un momento dado me preguntó: ¿En dónde estoy fallando?
La autoestima es un criterio altamente valorado en el mundo actual. Las estanterías están repletas de libros destinados a enseñarte cómo construir la tan nombrada autoestima saludable. Los carteles para dividir las secciones comienzan con autoconcepto y autosuperación y terminan con autoeficacia. Se ofrecen extensos discursos sobre el tema en la mayoría de los talleres o seminarios dedicados al crecimiento personal. Hay una cantidad enorme de información disponible. Entonces, ¿qué es la autoestima? ¿Cuáles son los atributos relacionados a esta palabra tan conocida?
Autoestima se define como la evaluación que hace el ser humano sobre su valor propio. Los seres humanos desarrollan su autoestima durante toda la vida. El constructo va unido a varias características que demuestran que esa persona posee una imagen positiva y actúa de acuerdo a esa imagen sobre sí misma.
Según el psicólogo estadounidense Arnold Buss, existen unas fuentes que promueven la construcción de este concepto. En estas fuentes se recalcan aspectos que contribuyen a formar áreas de autovaloración en los seres humanos.
- La apariencia: Algunas personas se sienten bien consigo mismas, cuando piensan que tienen una apariencia física adecuada. En este caso, no nos estamos refiriendo a un estado óptimo de salud física. Porque si el cómo te ves se convierte en el único aliciente para mantener un determinado estado de ánimo o complacencia sobre ti mismo puedes tener dificultades.
- El poder: En ocasiones, los seres humanos se sienten importantes por la autoridad, estatus social o su cuenta bancaria. El poder controlar la vida de otros les hace sentir superiores. Su ubicación en el estrato social y el dinero en abundancia ponen una etiqueta en su persona. No estamos implicando que tener prosperidad o un buen puesto sea negativo. Lo importante es que no seas definido únicamente en base a títulos o posesiones materiales.
- Las fuentes vicarias: Se refiere a los individuos que se sienten valorados exclusivamente por medio de la relación con otros que tienen éxito o son sobresalientes. Por lo tanto, su valor es medido de manera externa y no de forma interna.
- Las recompensas sociales: Recibimos nuestro valor como persona por medio del afecto que nos muestran los demás, el reconocimiento de nuestro trabajo y el respeto por nuestras opiniones; pensamientos y acciones. En esta área vemos cómo estos aspectos son motivantes para continuar nuestro desempeño. No obstante, lo anterior sería considerado como una motivación externa y no interna.
- La habilidad y desempeño: Las personas nos sentimos muy bien según los logros que hemos obtenido, ya sea por calificaciones o una buena labor en el trabajo. Cuando somos capaces de obtener metas pensamos que estamos actuando de forma correcta y esto nos hace sentir bien. Aunque tener hacia dónde dirigirnos nos da cierto propósito de vida, la valoración en demasía continúa siendo externa.
- La moralidad: Aunque la moralidad es un atributo relativo, esta subyace dentro de las normas de conducta establecidas por la sociedad. El poder actuar de acuerdo a lo establecido socialmente se convierte en una fuente positiva de autoestima. Lo anterior no implica juzgar a los seres humanos que a nuestro entender no están actuando de acuerdo a nuestros códigos morales. Este aspecto, simplemente, se refiere al proceder individual.
Al examinar detenidamente las fuentes primarias de autoestima se puede analizar de cuáles de ellas estás obteniendo satisfacción en este momento de la vida. De igual manera, puedes observar a cuáles le estás dando demasiada importancia. La fortaleza del yo siempre debe ser desarrollada en equilibrio, para no tener que depender exclusivamente de una de ellas en específico.
El valor que tienes como persona te fue otorgado independientemente de los logros o posesiones materiales. Por lo tanto, el solo hecho de existir refiere dignidad e importancia; como un ser humano inigualable e irrepetible. En el momento en que las personas se percatan de este hecho sus vidas comienzan a cambiar de forma radical. Lo que decidas realizar para dejar como un legado a la humanidad será el reflejo de tu verdadera autoestima.
La autora es psicóloga y patóloga del habla, con especialización en trauma y adicciones.
Foto: IStock