Ensayos clínicos: el trampolín a la innovación

La relevancia que tienen los estudios clínicos de investigación se han posicionado en lugares muy importantes en nuestra sociedad puertorriqueña. Esto se debe a los esfuerzos en conjunto que la comunidad científica y clínica han fomentado a través de los programas de educación, prevención y salud primaria. En años posteriores, nuestros ciudadanos no estaban educados en dicho tema y apenas se conocían cuáles eran los beneficios de los ensayos clínicos aplicados a su salud. Actualmente, la mayoría de las instituciones académicas, médicas y educativas cuentan con espacios para realizar estudios clínicos con el objetivo de obtener mejores resultados o tratamientos de las enfermedades crónicas que aquejan a los puertorriqueños, tales como el cáncer.

Si deseas unirte a un estudio clínico, utiliza como referencia los siguientes cinco puntos:

¿Qué es un estudio clínico y quién lo lleva a cabo?

Es un ensayo clínico en que participan voluntarios para probar nuevos tratamientos dirigidos a enfermedades con el objetivo de prolongar la vida, mejorar la calidad de vida o encontrar una posible cura en la población que se desea estudiar. Este debe ser altamente seguro y coordinado para beneficiar en su totalidad al paciente. Las personas encargadas de llevar a cabo el estudio clínico son: investigadores, médicos,  equipo de coordinadores clínicos y personal certificado en este renglón. Dicho equipo tiene contacto con los pacientes y los evalúan para que sean parte del estudio clínico. En muchas ocasiones, esta es una oportunidad viable que representa esperanza para el paciente y sus familiares. Como paciente, debes preguntarle al médico o especialista en qué tipo de estudio clínico podrías participar.

¿Por qué se realiza el estudio clínico y cómo puedes participar?

El estudio clínico es altamente necesario y se convierte en el trampolín para promover la innovación científica. En otras palabras, se logra traducir la invención científica  en la calidad de la vida de un paciente. Independientemente del estadio de la enfermedad del paciente, este puede considerar ser parte de un estudio clínico, siempre y cuando cumpla con los criterios de elegibilidad.

¿Qué son los criterios de elegibilidad?

Son los requisitos específicos que debe cumplir el paciente para ser incluido en un estudio clínico. Estos son diferentes para cada estudio. Entre ellos se encuentran el tipo o estadio de la enfermedad, la edad del paciente, enfermedades y tratamientos previos y la salud del paciente en general. Los pacientes son examinados uno por uno, para corroborar si cumplen con determinados criterios. La selección de los pacientes ayuda a proteger la salud y seguridad de los pacientes para incluir en el estudio solo a quienes tienen mayores posibilidades de beneficiarse de manera segura. Esto también les permite a los científicos obtener más información sobre el impacto del tratamiento según las características de los participantes. Cuando todos los participantes cumplen los mismos criterios de elegibilidad, es más probable que los resultados del estudio sean causados por la intervención que se está probando y no por otros factores al azar.

¿Cuánto dura un estudio clínico y qué incentivos puede obtener un paciente al participar en él?

El tiempo que dure un estudio clínico puede variar de acuerdo al investigador que está a cargo y los objetivos que se quieran cumplir. Hay estudios que suelen durar entre tres y cinco años. Por lo general, estos terminan cuando los investigadores principales han confirmado que sus tratamientos están beneficiando a la población o se están observando resultados que no se esperaban ver de inmediato. Algunos incentivos a considerar para los pacientes son: económicos, facilidad de transportación y una mayor frecuencia en el monitoreo continuo a través de exámenes de rutina y pruebas médicas a realizarse (el paciente no cubre estos costos).

¿Cuáles son los derechos del paciente en un estudio clínico?

Cuando un paciente decide entrar a un estudio de investigación, las personas encargadas le explican que la decisión es voluntaria y no debe ser coaccionada. También le informan de sus derechos, los beneficios del tratamiento, cuánto tiempo durará el estudio y las expectativas clínicas. No obstante, todo paciente puede retirarse del estudio antes del tiempo estipulado si así lo desea y se recalca que su identidad es protegida durante todo el ciclo del estudio clínico.

El corazón de la ciencia es la investigación clínica, sin olvidar que el corazón del paciente es la educación basada en evidencia científica. Los invitamos a que se consideren ser agentes de cambio y evalúen con sus especialistas la posibilidad de fomentar su calidad de vida a través de la participación en los estudios clínicos en PR.

La autora es doctora en Ciencias Biomédicas y educadora en cáncer.

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