El cérvix es una estructura que hace parte del aparato reproductivo de la mujer. Se encuentra después de la vagina. El cáncer cervical es el tercer cáncer más común en las mujeres y puede afectar a la mujer desde temprana edad. La infección por virus del papiloma humano (HPV) es el factor de riesgo principal para su desarrollo.
¿Cuáles son los signos de alerta?
Los signos y síntomas del cáncer de cuello uterino o cérvix incluyen sangrado vaginal y dolor pélvico. El sangrado vaginal usualmente es como manchado entre periodos menstruales y después de tener relaciones sexuales. Las mujeres postmenopáusicas o que ya no tienen menstruación no deberían tener nunca un sangrado o manchado vaginal. Esto es un signo de alerta de un probable proceso maligno pélvico.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Estar infectada con el virus de papiloma humano (HPV) es la causa principal de cáncer de cuello uterino o cérvix (70 %). El HPV se transmite sexualmente de pareja a pareja. A mayor edad, mayor será la posibilidad de tener cáncer de cérvix. Hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de tener esta enfermedad como tener muchos hijos, tener muchas parejas sexuales, iniciar las relaciones sexuales a temprana edad, fumar cigarrillos, tener HIV, o tomar medicamentos que bajen las defensas como los inmunosupresores, tomar la píldora (anticonceptivos) por mucho tiempo.
¿Cómo se detecta el cáncer de Cérvix?
Para encontrar el cáncer de cérvix se utilizan pruebas para examinar las células del cérvix como es el Papanicolaou (PAP). Durante el PAP tu médico tomará una muestra la cual será evaluada para identificar la presencia del virus HPV. Además de esto, debe hacer un examen pélvico para palpar el tamaño de las estructuras pélvicas o la presencia de masas. También puede hacer una biopsia de cualquier área sospechosa para diagnosticar con una patología si hay signos de cáncer.
¿Cómo se trata el cáncer de cérvix?
Para determinar el tratamiento adecuado el médico debe saber el estadio del cáncer, (el tamaño del tumor, si afecta los ganglios linfáticos, si hay presencia de metástasis, la edad, si la paciente desea tener hijos y el estado general de salud de la paciente. En ocasiones, no se opera el paciente, más bien recibe quimioterapia (cisplatina) combinada con radioterapia por aproximadamente seis semanas. En casos avanzados, muchas veces se ofrece quimioterapia neoadjuvante, que quiere decir antes de una cirugía, bajando así la carga tumoral y haciendo la cirugía más fácil para el ginecólogo. De haber metástasis, el tratamiento conlleva quimioterapia por tiempo prolongado.
¿Cuáles son los avances para la prevención de cáncer de cérvix?
La Administración Federal de Drogas y Alimentos, (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado tres vacunas que protegen contra la infección del HPV. Esta vacuna no solo protege contra el desarrollo de cáncer de cuello uterino o cérvix, sino también de cáncer anal, cáncer de pene, cáncer de cabeza y cuello, entre otros. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomienda que todos los niños de 11 a 12 años deben vacunarse y recibir dos inyecciones con una separación de 6 a 12 meses. También se recomienda para hombres y mujeres hasta los 45 años. Con esta vacuna podremos disminuir la incidencia de cáncer cervical en el mundo en un 90 % y reducir la mortalidad de cáncer de cérvix en un futuro cercano.
Cinco consejos para prevenir el cáncer de cérvix:
- Hazte la prueba del PAP regularmente: Debes empezar a hacerte el PAP a los 21 años. Esta prueba te la debe hacer anualmente tu ginecólogo. No es dolorosa y consiste en tomar una pequeña muestra de las células del cérvix. Es importante porque logra detectar condiciones precancerosas, evitando que desarrolles cáncer en el futuro.
- Limita la cantidad de parejas sexuales: Se ha demostrado que a mayor cantidad de parejas sexuales, mayor es el riesgo de cáncer de cérvix. Limitando la cantidad de parejas sexuales te proteges del cáncer de cérvix. También, los estudios han demostrado que tener relaciones sexuales a una edad menor de los 18 años dobla el riesgo de cáncer de cérvix durante la vida.
- Si estas sexualmente activa, usa profilácticos: Tener sexo sin protección de un profiláctico te pone a riesgo de enfermedades de transmisión sexual como el HIV y el HPV. Protégete, ya que los profilácticos actúan como una barrera evitando que te contamines con los virus que te pueden causar el cáncer de cérvix.
- Recibe la vacuna contra el HPV: El HPV se transmite sexualmente y causa cáncer de cérvix, vagina y vulva. La vacuna fue recientemente aprobada para administrarse a niñas a partir de los 9 años de edad, protegiéndolas de desarrollar cáncer en el futuro. Pregúntale al pediatra o a tu ginecólogo sobre esta vacuna.
- Evita el cigarrillo: Se ha demostrado una asociación entre el uso de cigarrillos y el cáncer de cérvix. El humo derivado de otras personas fumando también aumenta el riesgo. Deja de fumar o evita los espacios con humo.
La autora es hematóloga-oncóloga, directora del Centro de Cáncer de la Mujer, Ponce.