No tiendo a ser una persona que desayuna en las mañanas. Entre levantarme tarde, ir al gimnasio y llegar al trabajo no me da tiempo. Pero por cinco días añadí a mi rutina desayunar avena y esto fue lo que descubrí.
La avena tiene múltiples propiedades, es el cereal con más proteína es rica en minerales y vitaminas B y ayuda a bajar el colesterol. Además, es un desayuno fácil de hacer que toma alrededor de diez minutos en cocinar.
Primer día
El primer día me levanté y desayuné avena luego de meses sin comerla. Me percaté de dos cosas durante el día: sentí más energía para hacer mis ejercicios, noté durante el día que no me dio tanta hambre. La avena contiene carbohidratos de absorción lenta, por lo que mantenía saciada y me quita las ganas de comer a cada rato. Además, gracias al alto contenido de fibra que tiene la avena, noté rápidamente un cambio favorable en mi sistema digestivo.
Segundo día
En el segundo día me levanté un poco tarde, pero al menos la avena toma muy poco tiempo en cocinarse así que pude desayunar sin problemas. Luego, en el gimnasio, me percaté que tuve más energías para mis ejercicios que en días anteriores. La avena es alta en fibra por lo que te ofrece energía saludable.
Tercer día
Para el tercer día ya estaba entrando en una rutina nueva de levantarme un poco más temprano en la mañana para poder cocinar y desayunar sin prisa. Esta vez decidí ponerme un poco experimental con la receta. Le añadí un poco de extracto de vainilla a la avena, y luego la cubrí con miel, fresas y granola. Definitivamente elevó el sabor de la avena y le añadió otros beneficios saludables. Noté que me sentía más llena durante el día, y no tenía la ansiedad de comer entre horas. Mi sistema digestivo se reguló completamente.
Cuarto día
El cuarto día noté que mi piel lucía mejor, no tenía acné ni espinas, y el único cambio que había hecho era añadir avena a mi dieta. El último día ya le había tomado el gusto a desayunar avena en las mañanas. Mi piel continuaba luciendo mejor y noté que había rebajado dos libras en cinco días.
Quinto día
En el quinto día ya me había acostumbrado a desayunar avena, haciendo diferentes recetas y añadiéndole diferente frutas. Había rebajado otra libra más y mi piel continuaba suave y brillante. Aunque no creo que continúe desayunando avena todos los días, definitivamente la he añadido a mi dieta; aclaró mi piel, tuve menos granitos, reguló mi sistema digestivo y me ayudó a rebajar algunas libras.