Tener buenos hábitos alimenticios no sólo significa llevar una dieta balanceada. Mediante unas buenas prácticas de nutrición, todos los órganos de nuestro cuerpo funcionan eficientemente, tenemos más energía a lo largo del día; físicamente nos vemos mejor, mentalmente nos sentimos sanos, y podemos prevenir y evitar un sinnúmero de enfermedades.
Si estás interesado en mejorar tus hábitos de alimentación, la nutricionista-dietista Sandra Ortiz sugiere utilizar las siguientes reglas de juego y poco a poco hacer cambios en tu dieta que perduren.
* Desayuna dentro de la primera hora después de levantarte porque el cuerpo viene del ayuno más prolongado y necesitas activar el metabolismo (quemar calorías) lo antes posible.
* Elude omitir comidas en el día, en especial el desayuno.
* Come cada tres horas.
* No estés sin comer más de cuatro horas entre comidas.
* Controla el tamaño de las porciones.
* Utiliza platos y cubiertos más pequeños.
* Incluye fibra y proteínas bajas en grasa en las comidas y meriendas.
* Selecciona leche, queso y yogur reducidos o bajos en grasa.
* Prefiere los pescados y las carnes rojas-cerdo bajas en grasa (magras).
* Evita cortes de carne del torso del animal (tienen mayor contenido de grasa).
* Disminuye la cantidad de grasa al cocinar y aderezar.
* Usa grasas saludables: aguacate, nueces y aceite de oliva, uva o almendras.
* Compra alimentos con menor cantidad de azúcar añadida.
* Omite los alimentos que no tienen fibra.
* Hidrátate adecuadamente, utiliza como referencia la mitad de tu peso = onzas diarias.
* Añade a tu rutina actividad física moderada al menos 30 minutos, de 3 a 5 días a la semana.