No todo es trabajo…

Desde el comienzo de la humanidad, el ser humano ha estado atareado. Antes destinaba sus días a enfrentar los peligros que amenazaban su subsistencia y dominar su entorno. Hoy día, por diversas razones, trabaja demasiadas horas, relegando el disfrute del tiempo libre.

La psicóloga industrial, Karisol Chévere Rivera, explica que el concepto del tiempo libre u ocio surge de la cultura griega, la cual promovía la contemplación, poesía y música, entre otras actividades de recreación. Sin embargo, la oportunidad de tener este tiempo ha estado mediado por diferentes asuntos, como la división de clases. Históricamente, la clase alta ha tenido ese privilegio, pero las bajas, no. Al trabajador, basado en la ética del trabajo que las sociedades han desarrollado, se le exige que sea tan productivo como pueda, y que labore para el sustento propio y el de su familia. El resultado ha sido que sus períodos para descansar y recrearse son cada vez más reducidos.

Así llegamos a nuestros tiempos, cuando vivimos ajetreados y con la responsabilidad de cumplir con múltiples empleos, tareas y roles sociales. De acuerdo con Chévere Rivera, profesora de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, el tiempo libre se usa hoy día como una estrategia para lidiar con el estrés que produce este exceso de responsabilidades. Pero, ese espacio para el ocio o relajamiento está enmarcado en la estructura del trabajo; es decir, se descansa al culminar la jornada laboral o durante las vacaciones, y se realizan actividades de entretenimiento solo los fines de semana o días libres. Al final, el ocio queda en un segundo plano porque las personas se concentran en el empleo, sus compromisos profesionales y domésticos, los estudios o las metas por cumplir.

Por su parte, Jessika Talavera Valentín, psicóloga clínica, explica que estar tan ocupado tiene efectos adversos a corto plazo, como: dificultad para cumplir con las responsabilidades personales y profesionales, estar ajorado, hacer malabares para atender a los hijos, sentir irritabilidad, ansiedad y agotamiento físico y/o mental, no comer saludablemente y desatender las relaciones interpersonales, entre otros. A largo plazo, se pueden desarrollar problemas de salud, como: hipertensión, dolores de cabeza o migraña, síntomas de depresión y/o ansiedad, síndrome del colon irritable, sobrepeso, problemas de insomnio y para manejar las emociones, desconexión con otros seres humanos, dificultad para prestar atención y estar más vulnerables a padecer enfermedades infecciosas y de la piel.

Tiempo para ti

La doctora Talavera Valentín comenta que si estás abrumado con todas tus responsabilidades, puedes crear espacios de silencio, meditar y/o hacer estos ejercicios basados en las técnicas de Mindfulness o conciencia plena.

Autocuidado diario: Realiza a diario una actividad que te alivie, calme, rejuvenezca, recargue o te dé placer. Haz ejercicios o yoga, hazte una manicura o pedicura, almuerza solo o prepárate la comida que te gusta, entre otros placeres. ¡Tú eres importante, demuéstratelo!

Riesgo interpersonal: Si te has alejado de tus familiares y amigos, llámalos o escríbeles para expresarles gratitud, amor, disculpas, aprecio o deseo de reconectar. ¡Háblales desde tu corazón!

Observa la naturaleza: Suelta el celular, la tableta o computadora. Sal al patio de tu casa para contemplar el cielo, los árboles, las flores y jugar con tus mascotas. ¡Reconecta con la naturaleza!

Respira: Al cambiar de una actividad a otra, toma cinco minutos para enfocarte en tu respiración. Siéntate derecho con tus pies planos en el piso, tus brazos y tus piernas descruzados y tus manos descansando sobre tu falda.  Cierra tus ojos y respira suavemente. Fíjate solo en tu respiración. ¡Inhala-exhala!

Acepta tus reacciones y vive el momento presente: Piensa en cómo se siente tu cuerpo al estar sentado. Ahora, enfócate en una emoción que estés sintiendo. Reflexiona sobre qué se siente estar así, qué piensas y qué sensaciones físicas experimentas. Nota si tienes urgencia de soltar esta emoción. Trata, por unos segundos, de no sentir esa necesidad. ¡Permítete experimentar esa emoción por un momento!

Algunos consejos más

* Los niños aprenden de los adultos, incluyendo sus estilos de vida. Las psicólogas advierten sobre el riesgo de pasar a los más pequeños la “costumbre” de estar ocupados todo el tiempo, por ejemplo: llenando sus agendas de actividades o clases extracurriculares. Es importante que tengan períodos para hacer aquello que ellos desean o, simplemente, descansar.

* Cuidado con el multitasking. Hacer distintas tareas a la vez o estar pendientes a varias pantallas de aparatos electrónicos, te cansa y abruma. Toma tiempo para despejar tu mente y procesar todos los estímulos que tenemos a diario.

* Si te sientes agobiado y no puedes mejorar tu situación, busca ayuda profesional.

Foto de portada tomada de aquí.

No Comments Yet

Leave a Reply