El aceite de rosas se ha utilizado durante siglos, incluso en la Edad Media, en productos de belleza, alimentos y bebidas por todos los beneficios potenciales que ofrece.
El de mayor calidad se extrae de las flores de la planta mediante destilación al vapor. Generalmente viene de la rosa de Damasco (rosa damascena) y produce un aceite de color verde oliva o amarillo pálido con un aroma floral. También se puede conseguir a través de la extracción.
“Los beneficios más importantes del aceite de rosas para la piel son sus efectos antiinflamatorios y los antioxidantes que contiene”, explica la Dra. Jennifer Chwalek. Estos ayudan en el proceso de cicatrización de cortaduras y la minimización de las marcas en la piel.
Si sufres de acné o rosácea y buscas un tratamiento natural, el aceite de rosas podría ayudarte. Aplica unas gotas justo encima del acné tres veces al día para que se seque más rápido, sin dejar marcas.
Además, reduce la inflamación, suaviza e hidrata la epidermis, tonificando las pieles cansadas. Sirve para atenuar las arrugas con solo aplicar unas gotas en el área. Ayuda a reducir ojeras, simplemente humedeciendo dos algodones con el agua de rosas y poniéndolos en tus ojos por cinco minutos. Borrarás el cansancio de tu mirada inmediatamente.
Tiene propiedades excelentes para cuidar la piel. Por ejemplo, previene y atenúa las estrías; funciona para aliviar la irritación luego de la depilación o la afeitada, dejando la piel suave e hidratada.
Puedes utilizarlo como removedor de maquillaje, incluso es efectivo contra el maquillaje a prueba de agua.