La diabetes tipo 2 es una de las primeras causas de muerte en Puerto Rico. Casi todos estos casos son diabéticos tipo 2 (cuya prevalencia es de 17 % o más). Se estima que una de cada cuatro personas sobre los 65 años tiene diabetes.
El ejercicio es sumamente importante para la prevención y tratamiento de la diabetes tipo 2. Es igualmente primordial en el tratamiento de diabetes tipo 1.
Prevención de diabetes
En el caso del diabético tipo 2, se estima que entre una y dos décadas antes de que se diagnostique la enfermedad, el paciente pasa por una etapa de prediabetes que se caracteriza por obesidad central, alta presión, triglicéridos aumentados, glucosa en ayunas sobe 100 mg/dL, glucosa posprandial entre 140 y 199 mg/dL y una hemoglobina glucosilada entre 5.7 y 6.4 %.
En poblaciones de alto riesgo, se sabe que si intensificáramos estrategias de dieta y ejercicio, podemos reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 de forma significativa. Recuerda que esto es una intervención costo-efectiva ya que los medicamentos para tratar la diabetes y sus complicaciones están por las nubes.
¿Por qué el ejercicio produce tanto beneficio?
El prediabético y el diabético tipo 2 se caracterizan por una condición de resistencia a la insulina. Además, el almacenamiento de grasa intraabdominal es tóxico al sistema vascular, ya que promueve aterosclerosis.
Cuando hacemos ejercicio se disminuyen la grasa intraabdominal y la resistencia a la insulina. Nuestros músculos se hacen más efectivos empleando la glucosa, bajan los niveles de grasa y presión, y sube la autoestima del individuo.
Cuando aminoramos solo un 7 % del peso corporal se obtienen muchos beneficios a nivel metabólico. En muchos casos, la reducción de peso que se oriente con la dieta y el ejercicio pueden resultar en disminución o eliminación de los fármacos utilizados para el control de la glucosa, de la presión sanguínea y los lípidos.
Se puede combinar el ejercicio aeróbico (por ejemplo: caminar) con ejercicios de resistencia. Esta combinación ha resultado sumamente efectiva en todos los estudios llevados a cabo hasta el presente. Con solo dedicar 25 minutos diarios, cinco veces a la semana, obtenemos una ventaja grandísima en prevención.
Además de la prevención de diabetes tipo 2, el ejercicio es fundamental en el tratamiento de diabetes mellitus tipo 1 y 2.
Los cambios obtenidos en la mejoría de utilización de la glucosa y aquellos parámetros como lípidos y alta presión proveen una combinación bien útil a los medicamentos que tengamos que usar.
Finalmente, los cambios físicos en el individuo mejoran su autoestima. El diabético tipo 2 tiene, en muchas ocasiones, estados depresivos crónicos que mejoran con el ejercicio, por lo que se gana tanto en salud física como mental.
El autor es endocrinólogo y expresidente de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología.
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