Hablar no es lo mismo que comunicarse. Por tal razón, la psicóloga y escritora Mila Cahue ofrece los siguientes consejos para una buena comunicación en la pareja:
- Comunicar bien significa saber plantear lo que uno quiere o necesita, pero también requiere saber escuchar lo que quiere o necesita el otro.
- En vez de hacer imposiciones o concesiones indeseadas, practica y promueve aspectos como la comprensión, la asertividad y la negociación, ya que son fundamentales para llegar a acuerdos.
- Ante una diferencia de opiniones, lo primero que debes hacer es despersonalizar e identificar objetivamente qué es lo que quieres decir. Esto significa saber exponer qué ocurre y qué quieres, en vez de insultar o reprochar.
- Antes de hablar, prepara cómo plantearás el asunto en controversia, sin ofender ni gritar. Eres más eficaz exponiendo objetivamente lo que ocurre, e incluso siendo empático con la otra persona.
- Es importante que mantengas presente que el propósito de la comunicación es resolver y no ofender. Debes saber proponer un objetivo o varias alternativas de solución a eso que está causando el malestar.
- Hay que determinar cuándo es el momento de hablar. Es mejor esperar a que el coraje pase para poder argumentar, hablar y escuchar. No lo hagas por la noche cuando estén cansados ni en el auto, donde no estarán presentes todos los elementos de la comunicación no verbal. Cualquier tema de pareja se merece al menos un rato cuando estén a solas y tranquilos.
- ¿Cuánto decir? Lo mejor es circunscribirse a un tema en concreto (como “no pasamos tiempo juntos”, por ejemplo) y encontrar una solución. No traigas a la mesa temas pasados, ya que mezclar el presente con el pasado provocará un mayor dolor y distanciamiento.
- Habla siempre desde el “yo”: lo que a “mí” me parece, lo que “yo” creo, lo que “yo” quiero. Evitar hablar desde el “tú”, que suele hacer que el otro se ponga a la defensiva (“tienes que pasar más tiempo conmigo”, etc.)
- Controla los pensamientos irracionales tipo “las parejas que se quieren no se enfadan” o “ya no me quiere”. Las parejas que se quieren bien saben expresar lo que les molesta, lo hacen con respeto y cariño, proponen soluciones y ceden ante las que pueden resultar igualmente satisfactorias para ambos.
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