Ataca la influenza a través de una buena nutrición

Cada fin de año y comienzo de año nuevo nos advierten de la llegada de la temporada de influenza y la importancia de vacunarnos para evitar el contagio de esta enfermedad.

Este virus afecta las vías respiratorias y se contagia fácilmente a través del contacto con secreciones de personas contagiadas. Por ejemplo, si alguien con influenza tose o estornuda sin cubrirse la boca y tocas alguna área donde este estornudo se produjo y te llevas las manos a los ojos, la nariz o la boca, puedes contaminarte con este virus. Podría ser que en los próximos días comiences a sentir los síntomas, como podría ser que no. Esto dependerá si hay un ambiente propicio en el intestino para que se den las condiciones adecuadas para el desarrollo del virus en tu cuerpo.

Por eso, debemos llevar una dieta adecuada que fortalezca nuestro organismo para que esté listo para atacar el virus y no permitir su desarrollo. Debes saber qué alimentos te van a ayudar a contrarrestar los síntomas y recuperarte en el menor tiempo posible.

Alimentarte de forma adecuada, incorporando a tu dieta alimentos con alto contenido de nutrientes que ayudarán a reforzar tu sistema inmunológico, es fácil. Un sistema fuerte ayudará a defenderte contra las enfermedades, no solamente la influenza. Estos alimentos deben ser principalmente una buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales. A continuación, algunos alimentos que debes mantener todo el tiempo disponible durante este período.

Proteínas

Para comenzar, debes saber que la proteína es esencial para construir masa muscular y mantener tu cuerpo sano. Por ejemplo, el salmón tiene un alto contenido de ácidos grasos Omega-3 y las proteínas necesarias para sintetizar las estructuras del sistema inmunológico, las células, los anticuerpos, las membranas y hasta la piel. Su función es reparar tejidos. Si las estructuras no están fortalecidas, los virus y las bacterias harán fiesta pues no tienes una barrera adecuada para protegerte y atacarlas.

Otra buena fuente de proteína es el huevo. Tiene alrededor de 6.8 gramos de proteína; para una persona sana se recomiendan 50 gramos de proteínas al día. El huevo también es rico en vitaminas, como la B6 y B12, y minerales, como el selenio y el cinc. Las investigaciones han demostrado que la deficiencia y carencia de estos nutrientes están relacionadas con el aumento y desarrollo agudo de catarros y resfriados. Consumir estos productos diariamente te ayudarán a tener un sistema inmunológico saludable.

Otro alimento recomendado son las nueces. Además de ser una buena fuente de proteína, tienen alto contenido de selenio y cinc, minerales esenciales para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, que reducen el tiempo que el virus permanece en el sistema. Las que mayor contenido de selenio proveen son las nueces de Brasil, mientras que las castañas japonesas (chestnuts) son las que brindan mayor cantidad de cinc. Otra buena fuente de cinc son las ostras, las almejas y otros frutos del mar. La ciencia ha demostrado que los mariscos reducen el tiempo de duración de los resfriados.

El yogur, en especial el griego, ofrece altos niveles de proteínas y de prebióticos debido a que tiene cultivos vivos de bacterias que promueven una flora intestinal adecuada la cual evitará que las bacterias malas aumenten y ataquen tu sistema. El yogur reduce el pH, lo que impide la contaminación con posibles patógenos. Ahora bien, no todos los yogures tienen cultivos de bacterias buenas con cantidades adecuadas para esto; debes leer bien el empaque y asegurarte de que tenga bacterias vivas, en especial lactobacillus y bifidobacterium. Se recomienda un consumo diario de 220 gramos.

Vitaminas

En cuanto al consumo de alimentos ricos en vitaminas, se recomienda una ingesta adecuada de frutas y vegetales de hojas verdes y de color intenso. Entre más intenso el color, mayor cantidad de antioxidantes tiene, por lo tanto, mayor protección a la célula. En el grupo de las vitaminas, la más recomendada para atacar la influenza es la C. Las investigaciones muestran que las personas que consumen alimentos con mucho contenido de vitamina C o que toman suplementos regularmente, podrían tener resfriados ligeros o más cortos, así como síntomas más leves. La encuentras en las frutas cítricas, el melón cantaloupe, kiwi (3 veces más vitamina C que una china), mangó, papaya, piña, fresas y bayas (berries) de colores intensos, sandía y vegetales como el pimiento rojo, el brécol, la col de Bruselas, la coliflor, la espinaca, el repollo, el pimiento rojo, la papa, la batata, el tomate y el chayote. Algunos alimentos están enriquecidos con vitamina C, entre ellos los cereales y algunos jugos, pero ¡ojo!, mantener almacenados estos alimentos por un período de tiempo prolongado y la exposición a la luz reducen el contenido de esta vitamina.

Asimismo, alimentos con alto contenido de betacaroteno como la zanahoria, la calabaza, los albaricoques, el melocotón y el melón cantaloupe, el cual provee 373 % del valor diario de vitamina A, evitan que las bacterias se sigan produciendo y regeneran la mucosa respiratoria. Una sopita de calabaza te ayudará a eliminar la mucosidad en los bronquios, los pulmones y la garganta.

Otros

El ajo crudo y la cebolla fortalecen el sistema inmunológico aumentando la respuesta y ayudan a prevenir resfriados e infecciones por sus propiedades de antibióticos naturales. Ayudan a expulsar mucosidad y flema. La cebolla tiene la ventaja de que no pierde sus propiedades cuando se cocina.

El jengibre se conoce por sus propiedades analgésicas, antibacterianas y antipiréticas. Si tienes vómitos, dolor de estómago o diarreas, un té de jengibre puede ayudarte a aliviar estos síntomas y también previene de infecciones de garganta por su capacidad antibacteriana y antiinflamatoria. Se recomienda para hacer gárgaras.

Líquidos

Una ingesta adecuada de agua ayudará a mantener hidratado tu sistema. Durante la influenza, tendemos a deshidratarnos debido a la fiebre. También perdemos líquidos en los estornudos, con la tos y la diarrea. La deshidratación es peligrosa y, si no se atiende a tiempo, podría causar la muerte. Una ingesta adecuada y constante de líquidos te mantendrá hidratado y también hidratará las vías respiratorias, ayudándote a aliviar las molestias en la garganta y la nariz y a eliminar mucosidad. Además del agua, puedes ingerir leche, jugos 100 % fruta, caldos y sopas, frutas, gelatina y paletas de frutas congeladas, así como té de manzanilla, que alivia la tos y reduce la inflamación del tracto respiratorio. El té verde contiene citoquinas que ayudan a combatir y prevenir la gripe. Si le añades miel te ayudará a expectorar y combatir infecciones de garganta.

No puede faltar la sopa de pollo; bien lo sabían nuestras abuelas. Se ha demostrado que esta reduce la congestión, lubrica la garganta y tiene efectos antiinflamatorios. Además, algo caliente como una sopa casera siempre cae bien.

Por lo tanto, una alimentación adecuada, hidratación y descanso te ayudarán tanto a evitar enfermarte como a reducir el tiempo y los síntomas de la influenza, pues definitivamente en los alimentos está la mejor medicina.

Para más información, llama al (787) 999-5400 o (787) 943-8000.

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