Las uñas son el reflejo de nosotros mismos, muestran nuestros hábitos de limpieza, alimentación y salud. Si no están saludables, no pueden crecer de manera uniforme, no tienen un color natural, se ven descamadas, opacas, amarillentas y sobre todo, están bien frágiles. Enfermedades como la diabetes, el lupus, cambios hormonales, problemas cardíacos y el estrés influyen grandemente en el estado de las uñas. Aquí algunas recomendaciones para que estas crezcan fuertes:
- Consume más proteínas – Al igual que pasa con el cabello, las uñas están hechas de proteínas. Consume carnes blancas y soya.
- Aumenta los ácidos grasos – Las grasas saludables como la de los frutos secos, las nueces, los vegetales, la leche, la mantequilla y los aceites de linaza o semillas de lino, son tus mejores aliados.
- Repara al instante – No dejes que una uña permanezca mucho tiempo dañada o con un corte. Límala lo antes posible para evitar que se rompa más. Puedes usar pegamento líquido y después la limas bien y aplicas una capa de esmalte transparente.
- Friega con guantes – Cualquier tarea doméstica debe hacerse con guantes. Trata de lavar los platos una sola vez al día.
- Uñas cortas – Ya sabemos que las uñas largas quedan muy bonitas, pero no siempre te las puedes mantener. Lo mejor es tenerlas cortas, así será más difícil que se quiebren. Además, ¡están a la moda!
- No las dejes siempre pintadas – Cuando las uñas están pintadas, no pueden “respirar” bien y esto puede ser contraproducente si están muy frágiles.
- Cuidado con el quitaesmaltes – Ten mucho cuidado con el tipo de quitaesmaltes que usas, ya que la acetona (ingrediente principal) es muy fuerte y puede dañar tus uñas. Mejor consigue quitaesmaltes más naturales o hechos con aceite.
- Las uñas no son herramientas – No las uses para abrir algo, destapar una lata, quitar una suciedad pegada en cualquier superficie, etc. Para ello existen herramientas.
- Coloca ajo – Tritura dos dientes de ajo y coloca la pasta sobre las uñas. Déjala actuar por 10 minutos y repite a diario. El ajo es el ingrediente número uno para que las uñas crezcan rápidas y fuertes, además de prevenir la formación de bacterias.
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