Hablando de felicidad

Todo el mundo habla de felicidad; que si está aquí o allá, que es un estado del alma, que va y viene, que no es lo mismo para todo el mundo… unos la ven constantemente; otros pasan la vida entera buscándola. La pregunta es, ¿por qué es tan importante la felicidad?

La felicidad es más que un sentimiento hermoso, un dibujo de una cara sonriente, una teoría o peor, una utopía. Es el sentimiento que indica que realmente estás disfrutando de la vida y que deseas aprovecharla al máximo. La felicidad es el “condimento secreto” que puede ayudarte a desarrollarte plenamente. Al estudiar a la gente que es feliz, los investigadores concluyeron que las personas felices (Lyness, 2014):

  • Son más exitosas.
  • Son más capaces de lograr sus metas.
  • Tienen mejor salud.
  • Viven más años.
  • Se relacionan mejor con otras personas.
  • Aprenden mejor.

INGREDIENTES DE UNA VIDA FELIZ

La felicidad es tan importante en nuestras vidas que existe un campo de investigación llamado psicología positiva. Los expertos en esta rama han identificado algunos elementos que hacen a las personas felices:

  • Emociones positivas – como alegría, gratitud, amor, asombro, placer, jocosidad, humor, inspiración, compasión, esperanza, creatividad, interés, entusiasmo, gozo y calma. Además de hacernos sentir bien, las emociones positivas son buenas para el cerebro y el cuerpo. Reducen la cantidad de hormonas que producen estrés, ayudan a mejorar la ansiedad y la depresión y refuerzan el sistema inmunológico. Además, experimentar emociones positivas todos los días tiene un efecto importante en la felicidad y bienestar. Por eso es tan importante que hagas cosas que te brinden estas emociones positivas. Hasta el simple acto de dar un paseo o jugar con un niño o con una mascota puede causarte emociones positivas. Saber cómo controlar las emociones negativas es la clave de la felicidad. Hay emociones que son difíciles, pero son parte natural de la vida.
  • Fortalezas e intereses – Las fortalezas son las cosas que haces bien y te gusta hacer. Todos tenemos fortalezas, aun si todavía no las has descubierto. Algunos ejemplos de fortalezas son: las cosas en las que te interesas como la música, el arte, la ciencia, cocinar o leer; cualquier capacidad que tengas, como pintar, tocar un instrumento, o hacer un deporte; nuestras cualidades, es decir, ser buena persona, tener buen humor o ser líder. La felicidad aumenta cuando descubres una fortaleza y la practicas. Cuanto más practicas una fortaleza, más la mejoras. Cuando hay algo que haces muy bien y disfrutas, puedes perderte dentro del mundo que rodea a esta actividad; te dejamos llevar y eso aumenta tu felicidad.
  • Buenas relaciones – Las personas que forman parte de nuestra vida son importantes. Tener buenas relaciones con ellas es una de las mejores maneras de disfrutar la felicidad, salud y bienestar. Desarrollar ciertas aptitudes emocionales puede ayudarte a formar y mantener relaciones. Cuando apoyamos a las personas que forman parte de nuestra vida y cuando estas personas nos apoyan también, somos más fuertes, capaces y exitosos.

Foto: iStock

 

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