El semestre escolar comienza con mucho entusiasmo y alegría, lleno de energía, y la selección de alimentos saludables debería ser cónsona con el comienzo a clases. Sin duda alguna, los estilos de vida saludables son creados desde la niñez y la familia es el primer ente responsable de crear prácticas alimentarias adecuadas. Los niños y adolescentes, lamentablemente, tienen accesibilidad a alimentos ricos en azúcares, grasas saturadas y sodio. Los estudiantes deben ser educados sobre los riesgos a la salud asociados a malos hábitos alimentarios.
Durante el año escolar se ha normalizado el consumo de meriendas como donas, dulces, papas saladas, refrescos, bebidas azucaradas, bizcochos, etc. Estos tipos de alimentos son los que mayormente están vinculados con efectos negativos a la salud y un rendimiento académico bajo. El consumo de meriendas saludables es necesario para mantener niveles de glucosa óptimos y el metabolismo activo, así como para aumentar la concentración. Las meriendas deben ser pequeñas, pero ricas en fibra, vitaminas, minerales y bajas en sodio, grasas saturadas y azúcar. Es necesario aumentar el consumo de frutas y vegetales frescos, legumbres (habichuelas) y farináceos de grano íntegro. Por otro lado, se debe reducir el consumo de bebidas azucaradas y proteína animal (especialmente embutidos). Es fundamental que los niños formen parte de la preparación de meriendas saludables para que se interesen más en la importancia de nutrir su cuerpo de manera responsable.
Las estadísticas del 2017 de la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica estiman que uno de cada seis niños sufre de sobrepeso u obesidad. Niños obesos son más propensos a padecer de afecciones crónicas en su adultez, por tal razón, es preciso crear estilos de vida saludables a temprana edad. Estudios recientes han demostrado que el peso excesivo en niños puede afectar negativamente en la atención, memoria y toma de decisiones diarias. Además, se ha observado que la obesidad ha estado vinculada con bajos niveles académicos y mayor ausentismo por enfermedades relacionadas.
Una dieta balanceada puede lograr mantener un peso saludable, valores hematológicos adecuados y reducir riesgos de padecer de afecciones crónicas (diabetes, hipertensión, hiperlipidemia, enfermedades hepáticas, etc.). Debemos fomentar estilos de vida activos (1 hora diaria / 7 días a la semana) y disminuir el uso de videojuegos, celulares y tabletas.
Un nutricionista-dietista licenciado es el profesional certificado que ofrece las herramientas adecuadas para alcanzar una alimentación saludable.
A continuación, diferentes ejemplos de meriendas saludables:
- 6 zanahorias baby con dos cucharadas de hummus
- 1/2 taza de melón de agua trozado y 1/2 taza de blueberries
- 1/2 rebanada de pan integral y 1 cucharadita de mantequilla de almendra
- Un guineo de 6”
- 1 cucharada de mantequilla de maní y 5 almendras completas
- 1 pan pita integral de 6” y 2 cucharadas de habichuelas negras majadas con picadillo de vegetales
- 1 taza de fresas trozadas y 1 taza de pepinillo fresco trozado
- 10 tomates cherry, 2 tazas de espinaca fresca y 2 cucharadas de vinagre balsámico
Importante:
Todas estas meriendas deben ir acompañadas de un vaso de agua de 8 a 10 onzas.
El autor es nutricionista-dietista, educador en diabetes y en lactancia.
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