La lectura: un buen hábito

¡Son tantos los beneficios que tiene exponer a los niños al hábito de la lectura! Les cambia el intelecto, inspira la imaginación, ayuda a darle sentido al mundo y nutre el deseo de leer, lo cual favorece de muchas maneras al desarrollo del lenguaje y aprendizaje.

La literatura infantil puede ser utilizada para modelar un comportamiento social apropiado o inapropiado en historias con resultados de recompensas y consecuencias. A su vez, ayuda a acoger actitudes emocionales saludables debido a que contribuye al desarrollo emocional de los niños de tres maneras:

  • Les muestra que muchos de los sentimientos que experimentan son iguales en otros niños de su edad
  • Explora los sentimientos desde diferentes puntos de vista
  • Las acciones de los personajes ilustran opciones de diversas formas de manejar las emociones.

Otros de los grandes atributos que posee la literatura es que puede ayudar a los pequeños a sobrellevar situaciones difíciles como son una muerte, un divorcio, la pérdida de un amigo o una hospitalización. Además, puede jugar un rol importante ayudándolo a desarrollar un concepto positivo de sí mismo. El uso de personajes favorece a que entienda sus propios sentimientos y cómo otros manejan problemas similares.

Desarrollo intelectual

Nunca es tarde para empezar a leerle a tu hijo. Los libros fomentan el desarrollo intelectual logrando cambios en las destrezas y habilidades cognitivas como el intercambio de ideas, la habilidad para pensar, observar, comparar, clasificar, organizar, resumir y evaluar. Según la edad, los libros ayudan de las siguientes maneras:

  • Bebés y niños de corta edad – Cuando se les lee y se les habla, se sientan las bases del aprendizaje de las palabras y la lengua, que después les servirán para aprender a hablar y a leer.
  • De 3 a 5 años de edad – Se deben elegir libros con conceptos simples como números, formas y colores, de manera que estimulen la participación.
  • De 6 a 8 años de edad – Los niños no aprenden a leer por arte de magia, es una destreza que debe practicarse. Investigaciones sugieren que deben estar expuestos a las palabras entre seis y 60 veces para poder memorizarlas y leerlas de corrido sin detenerse a deletrearlas.

Consejos para elegir los libros

  • Deja que tu hijo indique los que le interesan.
  • Muéstrale algunos que te gusten a ti.
  • Ayúdalo a convertirse en un buen lector, conversando, escuchando y leyendo con él.
  • Los ilustrados son ideales para todos, especialmente para leer en voz alta con toda la familia.
  • Inicia tradiciones de temporada. Selecciona todos los años un libro especial para leer con tu hijo durante las vacaciones.

Recomendaciones para que aprenda a leer

  • Selecciona un lugar y una hora fija para leer juntos. Asegúrate de que la lectura sea una experiencia positiva para que al pequeño le alegre la idea de leer.
  • Practica por lo menos entre 15 y 20 minutos, y tres o cuatro noches a la semana.
  • Cuanto más lo ejercites en leer en voz alta los textos de la escuela, aprenderá más rápido a leer de corrido, correctamente y de forma expresiva.
  • Escucha cuando tu hijo lea. Es una forma eficaz de ayudarlo a leer mejor. El esfuerzo que hagas para que la lectura sea una actividad divertida puede contribuir a que tenga una actitud positiva respecto a la escuela.

Fuente: Using Children’s Literature in Preschool y Scholastic

Foto: iStock

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