La postura se refiere a cómo mantienes o sostienes el cuerpo. Aunque muchas personas suelen relacionarla con belleza, la buena postura es más que un asunto cosmético: es importante para la salud, sobre todo, a largo plazo. Bien sea que estés en movimiento o quieto, mantener el cuerpo en la posición correcta, puede ayudarte a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud.
Tipos de postura
La postura dinámica se refiere a cómo te sostienes al moverte, como cuando estás caminando, corriendo o al agacharte para recoger algo. Por su parte, la postura estática, apunta a cómo te mantienes cuando no estás en movimiento, como cuando estás sentado, de pie o durmiendo. Ambas posturas son importantes.
La clave para lograr una buena postura es la posición de la columna vertebral. La columna vertebral tiene tres curvas naturales: el cuello, la parte media y baja de la espalda. La postura correcta debería mantener estas curvas, mas no aumentarlas. Tu cabeza debe mantenerse erguida sobre los hombros y los hombros deben alinearse con las caderas. Caminar encorvado o agachado puede:
- Desalinear el sistema musculoesquelético
- Desgastar la columna vertebral, haciéndola más frágil y con tendencia a lesiones
- Causar dolor en el cuello, hombros y espalda
- Disminuir la flexibilidad
- Afectar la forma correcta de cómo se mueven las articulaciones
- Afectar el equilibrio y aumentar el riesgo de caídas
- Hacer más difícil digerir la comida
- Dificultar la respiración
Mejora tu postura
- Ten en cuenta la postura durante tus actividades diarias, como ver televisión, fregar o caminar
- Mantente activo. Cualquier tipo de ejercicio puede ayudar a mejorar la postura, pero hay algunos que pueden ser especialmente útiles, como el yoga y taichí y otros tipos que se enfocan en la conciencia del cuerpo. También se recomiendan los ejercicios que fortalecen los músculos alrededor de la espalda, el abdomen y la pelvis.
- Mantén un peso saludable. El peso extra puede debilitar los músculos abdominales, causar problemas de la pelvis y la columna vertebral y contribuir al dolor lumbar (espalda baja) y todo esto puede afectar la postura.
- Usa zapatos cómodos de tacón bajo. Los tacones altos pueden afectar el equilibrio y obligarte a caminar diferente, lo cual puede aumentar la presión sobre los músculos y perjudicar la postura.
- Asegúrate de que las superficies de trabajo estén a una altura cómoda para ti, ya sea al estar sentado frente a una computadora, preparando la cena o comiendo.
Postura dinámica
- Párate derecho.
- Mantén los hombros atrás.
- Evita que el estómago sobresalga.
- Coloca el peso principalmente en las puntas de los pies.
- Mantén la cabeza erguida.
- Deja que los brazos cuelguen naturalmente a los lados.
- Mantén los pies separados a la altura de los hombros.
Postura estática
Por razones de trabajo, estudio u otras, muchas personas se ven en la situación de pasar demasiado tiempo sentadas. Por esa razón, es importante sentarse correctamente y tomar descansos frecuentes. Algunos consejos son:
- Cambiar frecuentemente la posición al estar sentado.
- Hacer caminatas breves alrededor de la oficina, casa o escuela.
- Estirar los músculos suavemente de vez en cuando para ayudar a aliviar la tensión muscular.
- No cruzar las piernas. Mantener los pies en el piso con los tobillos un poco más adelante de las rodillas.
- Asegurarse de que los pies toquen el piso. Si eso no es posible, usar un reposapiés.
- Relajar los hombros. No deben encorvarse o estar tirados hacia atrás.
- Mantener los codos cerca del cuerpo. Deben doblarse entre 90 y 120 grados.
- Asegurarse de que la espalda tenga un buen apoyo. Usar una almohada u otro soporte si la silla no tiene respaldo para la curva de la parte baja de la espalda.
- Cerciorarte que los muslos y caderas estén bien apoyados. Debes tener un asiento bien acolchado y los muslos y caderas deben estar paralelos al piso.
Foto: Pexels