La pereza en los niños suele ser habitual. Les cuesta levantarse por las mañanas, no les apetece lavarse los dientes o tenemos que repetirles un millón de veces que deben hacer las tareas escolares. Superar la pereza es una forma de educarles pero, ¿cómo lo hacemos? Al parecer, un método japonés tiene la clave: el Kaizen, conocido también como la Regla del Minuto. Y es que solo es necesario un minuto para cambiar nuestros hábitos cotidianos.
La idea es darle un minuto, siempre a la misma hora, para que realice una tarea: “¿Recogemos la mesa en un minuto?”; “¿Un minuto para resolver esas sumas?”; “Abre el libro y lee en un minuto”. Para incentivarlo, podemos regalarle un reloj. Una vez el niño lo haya tomado como rutina, iremos aumentando poco a poco el tiempo. Es así como se acostumbrará, sin darse cuenta, a realizar estas tareas y las llevará a cabo sin ningún tipo de trabas. La única condición es que ese minuto sea siempre a la misma hora. Poco a poco el niño se adaptará a esa tarea hasta que la realice sin mirar el reloj.
Este método fue creado por el japonés Masaaki Imai y sobra decir que resulta efectivo, no solo para los niños, ya que también los adultos pueden beneficiarse.
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