Consejos para mantener la motivación

¿Has intentado alguna vez perder peso, sacar A en una clase, audicionado para un equipo deportivo u obra de teatro, o te has planteado algún otro reto personal? Si respondiste que sí a alguna de las anteriores, es posible que, como le ocurre a mucha gente, arrancaras con mucho optimismo, pero poco a poco empezaste a perder el impulso, la motivación, y tuviste problemas para volverte al estado anímico inicial.

No te desanimes por haberte desanimado: todo el mundo se enfrenta al difícil reto de mantener la motivación cuando desea alcanzar sus objetivos. Cambiar la forma de hacer las cosas, los hábitos, o empezar de nuevo, muchas veces desde cero, puede ser intimidante, mas no imposible. Con el enfoque adecuado, seguro que puedes conseguir todo lo que te propongas.

Motivarse y mantener la motivación

¿Cómo mantener la motivación y seguir avanzando hacia la consecución de un objetivo? Planificando bien, teniendo expectativas realistas, siendo perseverante y anticipando las dificultades que podrías enfrentar. De acuerdo a D’Arcy Lyness, del sitio kidshealth.org, los siguientes consejos pueden ayudarte:

Fíjate un objetivo – Anota tu meta principal. Lo único que debes recordar es que cuanto más ambiciosa sea la meta que te fijes, más tendrás que esforzarte para alcanzarla.

Sé específico – Es mucho más fácil planificar y alcanzar un objetivo concreto que uno ambiguo. Si tu meta es, por ejemplo, perder peso, especifica cuánto peso quieres perder, por qué y para qué fecha deseas haberlo perdido. Eso te ayudará a planificar cómo alcanzarás el objetivo.

Sé realista – La gente a menudo abandona sus objetivos porque sus expectativas son poco razonables. Algunos esperan perder peso en unas semanas, o dejar de fumar de la noche a la mañana tras varios años con el hábito. Parte de la capacidad de mantener la motivación depende de ser realista sobre lo que uno puede conseguir dentro del período de tiempo que se ha fijado. Perder 4 libras para la fiesta de cumpleaños es factible si falta un mes para la celebración. Pero si la fiesta es en tres días ¡será imposible lograrlo!, lo cual causará un problema de motivación.

Escríbelo – Pon tu objetivo específico, claramente definido, por escrito. Luego vuelve a escribirlo. Una y otra vez, constantemente. Las investigaciones muestran que escribir un objetivo forma parte del proceso mental de comprometerse a cumplirlo. Escríbelo cada día para no perderlo de vista y para recordarte a ti mismo lo mucho que deseas alcanzarlo.

Divídelo en objetivos parciales – Todo cambio requiere autodisciplina. Necesitas dedicar una atención constante para no apartarte de tu propósito. Una recomendación es dividir el objetivo en pequeños pasos. Siguiendo con el ejemplo de perder 4 libras para la fiesta de cumpleaños, si tienes un mes, tu objetivo es alcanzable. La pregunta es, ¿qué hacer para lograrlo? Primero, divide tu meta en objetivos parciales (como perder una libra a la semana durante las dos primeras semanas y luego media durante las próximas dos semanas). Define las tareas específicas que harás diariamente, como comer cinco raciones de fruta y verdura y hacer media hora de ejercicio. Anótalo en un calendario o agenda para que puedas llevar un registro de tus logros parciales. Alcanzar pequeños objetivos te dará confianza, seguridad en ti mismo, ánimo y motivación para seguir haciendo dieta o haciendo lo que te hayas propuesto lograr. Recompénsate por cada objetivo parcial que vayas alcanzando. Anota también los objetivos parciales para poder hacer un seguimiento de lo que necesitas hacer, registrar los logros parciales a medida que los vayas cumpliendo y disfrutar sabiendo que te vas acercando a la gran meta.

Comprueba tu progreso – Cuando cumplas un objetivo parcial, márcalo en tu lista. Dite a ti mismo: “Perdí dos libras ¡Estoy a mitad de camino para lograr mi meta!” Recompénsate con algo que te prometiste cuando te fijaste el objetivo. ¡Saborea el éxito! Y luego piensa cómo cumplirás con el resto de tu objetivo.

Si tienes un resbalón o te falla la voluntad – Si tienes un resbalón, no tires la toalla. Perdónate y organiza un plan para volver a retomar el camino. Date unas palmaditas en la espalda por lo que has logrado. No te tortures ni seas demasiado duro contigo, independientemente de lo que te hayas desviado del propósito que te habías trazado. La mayoría de la gente tiene algún resbalón cuando intenta introducir algún cambio en su vida, es una parte natural del proceso. Escribir las tareas diarias y los objetivos parciales también ayuda en este punto, porque te darás cuenta cuando tengas un resbalón, lo que te hará más fácil retomar tu objetivo y sabrás exactamente cuándo y por qué ocurrió el desliz (lo que evitará que vuelva a ocurrir). Ahora bien, si tienes un resbalón tras otro, entonces, deberás preguntarte si estás realmente comprometido. Si lo estás, vuelve a comprometerte y otra vez, ponlo por escrito. El proceso de escribirlo todo también te puede ayudar a descubrir si estás o no realmente comprometido con un objetivo. Por ejemplo, tal vez estés más “enganchado” a la fantasía de ser una estrella del deporte que a la realidad de “sudar” para lograrlo. Piensa en los traspiés como lecciones o recordatorios de por qué estás intentando hacer un cambio. Si te desvías del plan, no lo tomes como un fracaso sino como una oportunidad para aprender algo nuevo sobre ti mismo.

Mantén una actitud positiva – Imagínate cumpliendo tu objetivo: luciendo el vestido que te compraste para la fiesta de cumpleaños. La imaginación ayuda a no perder de vista lo que uno está intentando lograr. Ayuda mucho creer que es posible. Y también podrás recuperar tu imagen mental cuando te flaquee la voluntad o sientas que te falta motivación. El pensamiento positivo y el lenguaje interno también son buenos aliados de la motivación, al favorecer la adopción de una actitud positiva.

Búscate un compañero – Un amigo que también quiera perder peso o alguna persona que se haya propuesto un objetivo similar al tuyo. Poder contar con alguien que comparte tu objetivo puede marcar la diferencia cuando te falle la voluntad, como cuando tengas que levantarte para correr a primera hora de la mañana. Si no estás obteniendo el apoyo que necesitas de la gente que te rodea, tal vez necesites tomarte un respiro de una amistad en concreto y rodearte de personas que quieran ayudarte a lograr tu meta. No podrás centrarte en tu objetivo si tu amigo no comparte ese objetivo, o todavía peor, intenta alejarte de él.

¡No tires la toalla! – Poner fin a un comportamiento insano o aprender a hacer algo nuevo y emocionante, no es otra cosa que asumir la responsabilidad de tu vida. Encontrar la motivación para hacerlo no es necesariamente fácil, pero siempre es posible. Los cambios son emocionantes. ¡Sin ellos, la vida sería muy aburrida!

Foto: iStock

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