A todos nos gusta un buen bronceado y el secreto para mantenerlo es hidratar la piel constantemente. Esto a la vez ayuda a conservar su elasticidad.
Por ejemplo, humecta tu piel sin fallar en la mañana y antes de acostarte. Primero, lava tu cara con un jabón que no sea muy irritante. En la noche, utiliza una crema a base de aceite o un poco de aceite de coco o de almendra combinado con tu aceite esencial preferido.
Otra manera de hidratar tu piel es: bebiendo mucha agua, así que visita mi blog anterior y prueba las recetas refrescantes que allí encontrarás. Al tomar agua, evitas tener una piel reseca y la hidratas de adentro hacia afuera. La nutrición también es importante, por lo que debes añadir a tu ingesta alimentos como el salmón, nueces, linaza, aguacates, pepinos y vegetales verdes. Estos ayudan a mantener la piel humectada.
Puedes hacer tu propia mascarilla utilizando avena y miel. La avena ayuda a la sequedad, alivia irritaciones y es un limpiador natural. Por su parte, la miel ayuda a destapar los poros, calma la piel y contiene antioxidantes.
Ingredientes:
- 1 cucharada de avena molida
- 2 cucharadas de miel
- 2-3 gotas de tu aceite esencial preferido (opcional)
Procedimiento:
- Mezcla bien los ingredientes. Si queda muy espeso, añade agua poco a poco.
- Aplica en el rostro y deja entre 15 y 20 minutos.
- Enjuaga de manera circular con agua tibia.
La autora es instructora de yoga y health coach. Puedes comunicarte con ella a través de sus redes sociales en Facebook e Instagram como Eva Vega Yoga y en su página oficial balastudiopr.com.
Foto: IStock