Protege a tus hijos ante el divorcio

La familia es un grupo de personas unidas por vínculos de sangre o emocionales y constituye la organización más importante en nuestra sociedad. A través de ella, se establecen lazos psicológicos, en los que se incluyen creencias, esquemas de pensamientos, además de vínculos sentimentales, de conducta y decisionales, entre otros. De estos, el vínculo decisional es el que representa uno de los retos principales cuando se forma una familia. Esto es debido a que el proceso decisional estará presente a través de la vida.

Al mirar el futuro, una de las decisiones más importantes a tomar para cualquier persona que haya decidido formar una familia, es la de poner fin a la unión matrimonial y/o de pareja. Según la experiencia clínica, uno de los obstáculos mayores para tomar esta decisión muchas veces se relaciona con el apego a la idea de matrimonio y/o la idea de familia.

El apego se define en esencia como la incapacidad de dejar ir cuando debe hacerse. Esto significa que la persona toma la decisión de tener pareja, luego toma la decisión de formar una familia, pero luego se siente incapaz de tomar la decisión de dejar el vínculo a pesar de ser consciente de que su pareja ya no aporta a su vida, hay incompatibilidad y desamor. Esto lleva a que subsistan por años, no porque están apegados por un amor saludable, sino porque están apegados a la idea de matrimonio y/o de familia.

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Mantener a la familia unida desde este tipo de apego disfuncional, no solo causará daños en el área emocional de los adultos involucrados, sino en la salud emocional de los hijos/as. Por esta razón es que muchas veces se necesita ayuda psicológica para entender el por qué de la indecisión y fortalecerse en la decisión de dejar ir. Una vez se decide disolver la relación, sobreviene otra decisión igual de difícil, que es el manejo del proceso de separación con los hijos, ya que estos también experimentarán un proceso de desapego y adaptación a la nueva realidad.

Para ello, estas son algunas recomendaciones para proteger la salud emocional de los hijos:

  1. Establece un acuerdo sobre qué información se llevará respecto a la separación.
  2. Mantén el contenido de la información general sin ofrecer detalles innecesarios sobre las razones de la separación.
  3. Clarifica que el hijo no es el responsable por la separación.
  4. Evita crear alianzas hablándole mal al hijo sobre el otro padre/madre.
  5. Cada padre/madre debe tener la responsabilidad de asumir su rol en la vida del hijo, manteniendo comunicación frecuente y ofreciendo calidad en el compartir.
  6. Ten cuidado de no proyectar las emociones negativas que se puedan tener de la expareja hacia los hijos.
  7. No introduzcas rápidamente una nueva pareja a tus hijos, ya que hay que respetar el proceso de desapego y adaptación de estos a la nueva realidad.
  8. Observa al menor en diferentes ambientes, ya que ante cualquier cambio es recomendado obtener ayuda psicológica inmediata.

En conclusión, si se desea proteger emocionalmente a los hijos durante el proceso de separación, hay que delinear unos límites en los que haya congruencia entre ambas partes. También será importante entender que el rol de padre/madre es totalmente diferente al de expareja.

La autora es psicóloga clínica.

Foto: IStock

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