La luz del sol es esencial para la vida. Ayuda a mantener los patrones de sueño para permanecer despiertos durante el día y dormir por la noche.
Además, contribuye a que la piel produzca vitamina D, importante para la función normal de los huesos y la salud. Sin embargo, la luz solar también puede causar daño, e incluso, cáncer en la piel.
Algunas medidas para protegerte son:
Permanece en la sombra
Limita la exposición al sol, especialmente de 10:00 a.m. a 4:00 p.m., cuando la luz solar es más intensa.
Usa protector solar
Adquiere un factor de protector solar (FPS) 15 o superior, con protección UVA y UVB. Si tienes la piel bien clara, usa uno 30 o superior. Aplícalo a la piel entre 20 y 30 minutos antes de salir. Úsalo con frecuencia, por lo menos cada dos horas.
Protege tus ojos
Ponte gafas que protejan los lados de los ojos y que estén etiquetadas para proteger contra los rayos UVA y UVB.
Cúbrete la piel
Una vestimenta protectora y un sombrero de ala ancha pueden ayudar a reducir la exposición al sol. Otra alternativa es usar una sombrilla para cubrirte del sol.
Evita las camas de bronceado
Las cámaras de bronceado y las lámparas solares utilizan bombillas especiales que aceleran el bronceado, pero también emanan rayos UV dañinos, lo que aumenta el riesgo de daño a la piel y cáncer.
Foto: IStock