A partir del primer año es normal que los infantes comiencen a decir sus primeras palabras: mamá, papá, dame, ven.
Para los padres primerizos, el proceso se puede convertir en uno retante, pero es importante saber reconocer las áreas a fortalecer en lo que el lenguaje respecta.
A continuación, algunas recomendaciones para ayudarle:
- Ejercita los movimientos de los órganos que intervienen en la fonación: Practica con tu pequeño a tirar besos, soplar, silbar, hacer gárgaras y exagerar las expresiones faciales (risa, tristeza).
- Utiliza palabras cortas: Por ejemplo, ven, toma, dame…, de forma clara y exagerando la pronunciación. Poco a poco aumenta el número de palabras.
- Usa frases cortas y sencillas: Para lograr que el bebé identifique lo que se le dice, es importante que mientras le hablas le muestres a qué te refieres.
- Háblale todo el tiempo: Aprovecha cualquier momento para conversar con tu pequeño (en el parque, en la casa, en el supermercado).
- Cuestiónalo: Utiliza preguntas que no solo generen respuestas afirmativas o negativas (sí o no), sino que favorezcan la elección y denominación de las cosas.
- Respeta su tiempo y permítele hablar: Conversa con él respetando su ritmo, su esfuerzo, y anímalo con premios y elogios.
- Anímale a pedir verbalmente lo que desee: Evita darle los objetos o complacer sus deseos antes de que lo pida.
Foto: IStock