Se estima que entre 45 a 55 millones de mujeres experimentan síntomas durante la fase premenstrual de su ciclo. Estos síntomas del síndrome premenstrual (PMS, por sus siglas en inglés) pueden ser físicos o psicológicos, suelen ocurrir 7 a 14 días antes del periodo y repiten todos los meses.
Muchas mujeres no requieren ningún tratamiento específico, pero en otras, el PMS interfiere con su funcionamiento y afecta negativamente su calidad de vida. Muchas mujeres, particularmente las latinas, no buscan ayuda y pasan años sin diagnóstico y tratamiento.
Para confirmar el diagnóstico el médico debe confirmar un patrón de síntomas en al menos cinco días antes de su periodo que interfieran con sus actividades diarias. Mantener un record de los síntomas en un calendario o una aplicación de smartphone como iperiod puede ayudar a establecer los criterios para el diagnóstico de PMS. Cuando los síntomas son más severos y causan problemas en las relaciones interpersonales se conoce como síndrome disfórico de la menstruación (PMDD).
La sintomatología varía de persona a persona y de ciclo a ciclo. No hay un solo tratamiento efectivo para todas las mujeres con PMS o PMDD, pero muchas obtienen alivio modificando su estilo de vida, dieta y ejercicios.
El ejercicio
Para muchas mujeres los ejercicios aeróbicos como las caminatas rápidas, pasear una mascota, correr, patinar, bicicleta y nadar disminuyen los síntomas de estreñimiento, fatiga, irritabilidad, hinchazón y problemas del sueño, disminuye los síntomas depresivos y la fatiga. La meta es realizar ejercicios aeróbicos al menos 30 minutos casi todos los días. Busca un ejercicio que disfrutes y que puedas incorporar a tu rutina diaria.
La relajación y reducción del estrés
Descansa lo suficiente y maneja el estrés. Las técnicas de relajación incluyen ejercicios de respiración, meditación, masaje y yoga. Hábitos regulares del sueño ayudan con el estado de ánimo y la fatiga.
Nutrición
No saltes comidas. Consume seis pequeñas comidas al día en vez de tres grandes comidas, ya que las ayunas prolongadas aumentan los antojos, la irritabilidad, la fatiga y los dolores de cabeza. Consume una dieta alta en hidratos de carbono complejos como los granos, panes integrales, pasta y cereales. Añade alimentos altos en calcio como el yogur y vegetales de hojas verdes. Reduce el consumo de grasas, sal y azúcar. Evita la cafeína y el alcohol.
Suplementos nutricionales
Tomar 1,200mg de carbonato de calcio y 400mg de vitamina D diariariamente ayuda a reducir los síntomas físicos y emocionales que forman parte del PMS. Tomar suplementos de magnesio de 500mg y vitamina E de 600IUdiarios puede ayudar con la retención de líquidos y la hinchazón, el dolor en los senos y los síntomas del ánimo. El DIM (diindolylmethane) es un suplemento que proviene de vegetales crucíferos, es un balanceador de estrógeno y se utiliza para el tratamiento del PMS en dosis de 300mg diarios.
Medicamentos
Los medicamentos que evitan la ovulación, como los anticonceptivos hormonales, ayudan con los síntomas físicos del PMS, sin embargo, no todos alivian los síntomas del ánimo. Puede ser necesario intentar varios medicamentos antes de encontrar uno que trabaje efectivamente con sus síntomas.
Los antidepresivos ayudan a manejar los trastornos del ánimo durante el PMS. Se pueden utilizar durante la fase lútea del ciclo menstrual. Si la ansiedad es un síntoma predominante se puede utilizar un ansiolítico para los días en que se necesite. Los medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno ayudan con el dolor. Los diuréticos ayudan a reducir la retención de líquido.
Desarrollar una estrategia de tratamiento para manejar los síntomas del PMS y PMDD puede ser un proceso muy complejo y elusivo para el médico y su paciente. Se requiere tiempo, paciencia y empatía para individualizar y encontrar la terapia adecuada que resulte en mejorar su calidad de vida.
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Foto: IStock