Las virtudes de la sábila son conocidas por todos. Para la piel, es uno de los mejores aliados. Esta planta, familia de las suculentas, es bien fácil de cultivar y no requiere de cuidados más allá de regarla –nunca en exceso– y cambiarla de tiesto cada vez que rebase su capacidad. Los hijitos de esta planta prolífera son un excelente regalito para quienes gustan de cuidar su piel de forma natural.
La constancia y paciencia son imprescindibles en el uso del aloe vera para ver cambios notables. A continuación, algunas recetas para ayudarte a experimentar sus virtudes.
Suaviza áreas difíciles
Ingredientes:
- 1/2 taza de harina avena
- 1/2 taza de harina de maíz
- 4 cucharadas de gel de sábila
- 1/2 taza de aceite de coco
Procedimiento:
Combina los ingredientes y exfolia áreas de sequedad en codos, rodillas y pies. Esta mezcla poderosa no solo suaviza, sino que nutre y protege tu piel.
Atenúa cicatrices
Ingredientes:
- 1 hoja de sábila
- 1 limón
Procedimiento:
Corta la hoja de sábila. Retira la pulpa con una cuchara y viértela en un envase limpio. Extrae el jugo del limón y combínalo con la sábila. Aplica en el área afectada por el mayor tiempo posible, preferiblemente en la noche. No debes exponerte al sol cuando aplicas limón en la piel ante el riesgo de desarrollar manchas.
Calma la piel
Ingredientes:
- 1 hoja de sábila
Procedimiento:
Saca provecho de las propiedades antiinflamatorias y regenerativas del aloe vera. Extrae la pulpa de una hoja y aplica sobre áreas de la piel que presenten irritación, inflamación, y hasta en quemaduras leves del tipo que se presenta ante la sobreexposición al sol.
Revitaliza tu piel
Ingredientes:
- 2 cucharadas de gel de sábila
- 2 cucharadas de miel
- 1/2 pepino
- Leche
Procedimiento:
Licúa el pepino y combina con el gel de sábila y la miel. Añade un poco de leche para hacer la pasta más líquida. Retira con agua fría después de al menos unos 30 minutos. Esta mascarilla es ideal para devolver la luminosidad a pieles fatigadas y opacas.
Foto: IStock