Cuidar de tu piel no es tarea fácil, pero te aseguramos que vale la pena. Se trata de buscar alternativas accesibles y llevar un régimen que nos permita mantenerla en perfecto estado.
Es una combinación entre calidad de vida, productos que la humecten y con qué aplicamos el maquillaje. Aquí te presentamos dos de las principales claves para una piel perfecta y saludable:
Humectante, aliado de la juventud
No importa si tu piel es seca, normal, mixta o grasa, necesitas un buen humectante. Si tu presupuesto está ajustado, procura invertir primero en un humectante adecuado para tu tipo de piel.
Pieles normales a secas se benefician de cremas hidratantes con ácidos alfahidróxidos que ayudan a promover la humedad en la piel.
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Pieles resecas deben optar por fórmulas más concentradas y densas con tecnología que aporte hidratación continua. Si la piel es grasosa, busca una crema hidratante suave y ligera. La grasa no es humedad; por ende, las pieles grasas aún necesitan mantenerse hidratadas.
Utiliza las herramientas correctas
El mejor maquillaje del mundo no garantiza buenos resultados si no se aplica de la manera correcta. Tus brochas de maquillaje deben ser suaves, pero también tener sustancias para que los productos se puedan distribuir a lo largo de la superficie de tu piel.
Si mojas un pincel en la sombra o rubor y el color se cae antes de llegar a su destino, no son de buena calidad. Protege tu inversión lavando las brochas una vez por semana sumergiéndolas en una mezcla de agua y champú. Enjuaga y deja secar sobre un pañuelo desechable. Nunca las guardes húmedas.
Foto: IStock