En el caos del diario vivir es difícil tomar tiempo para uno. Aun quienes meditan, se alimentan bien, hacen ejercicio o incluso son personas espirituales o religiosas pueden beneficiarse de salir de su entorno, tomar un tiempo para desconectarse y dedicarse a uno mismo por medio de un retiro de bienestar.
“Una persona se sumerge en lo que es trabajar, la familia, la casa, los deberes y dentro de ese trajín del día involucramos ciertas actividades (espirituales), pero siguen siendo parte del diario vivir lo cual hace que en estas actividades sea un poco difícil llegar a un estado de relajación, de pasividad, de tranquilidad, en que la persona pueda meditar sobre ciertos temas”, explica el profesor Juan González Rivera, autor de Espiritualidad en la Clínica y profesor de la Universidad Carlos Albizu.
El concepto del retiro es relativamente nuevo en Puerto Rico, expresa Yancy Wright, dueño de la compañía Alternavida que organiza retiros de bienestar y corporativos en diferentes puntos de Puerto Rico.
Culturalmente muchos relacionan la palabra retiro con una práctica religiosa, sin embargo, hay diferentes tipos de retiros: espirituales, holísticos, de sanación, de desintoxicación, de yoga, de plena conciencia (mindfulness) y también de corte religiosos.
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Hay compañías, maestros espirituales y hasta psicólogos que organizan retiros grupales, en los que realizan prácticas de bienestar como meditación, yoga, caminatas en la naturaleza, ejercicios de respiración, discusión de lecturas o de ciertos temas, entre otros ejercicios. Por lo general los retiros pueden ser de un día para otro, de dos días, una semana o hasta un mes en algunos casos.
“Son vacaciones con intención. Lo que significa que vas allí para servirte. Vas allí para reponer tu energía. Vas a cuidar de ti mismo”, describe Wright. Asegura que no es un retiro en que simplemente vas a mimarte, sino que se realiza un trabajo profundo de mejoramiento de la salud y el bienestar.
“(Irse de retiro) facilita que la persona haga insight, a que reflexione, que entre en contacto consigo mismo. Si es un retiro cristiano, que pueda entrar en contacto con Dios o algún tipo de reflexión espiritual que le ayude a centrarse, meditar, tomar decisiones y encontrar cierto tipo de paz”, apunta González Rivera.
Puerto Rico está convirtiéndose en un popular destino para extranjeros buscando retiros, particularmente por sus variados escenarios naturales como El Yunque, los montes de Utuado, las playas de Cabo Rojo y de Rincón.
“El turismo de bienestar es uno de los mercados de más rápido crecimiento a nivel mundial, por lo que esperamos ver más empresas de retiros (en Puerto Rico). Hay empresas de retiro de Estados Unidos que traen a la gente a Puerto Rico”, indica Wright, estadounidense que reside en la isla desde el 2013.
“Nos agrada ver más (compañías de retiros) porque significa que las personas están empezando a cambiar sus comportamientos hacia estilos de vida más saludables”, afirma.
Existe la percepción errónea que es solamente apropiado irse de retiro cuando se está trabajando con alguna crisis, problema emocional, un evento difícil o para atender algún problema de comportamiento como la adicción. Aunque ciertos retiros sí están diseñados para atender esos casos, la realidad es que no hay que estar pasando por algo negativo para decidir hacer un retiro de bienestar. Incluso, para quienes los hacen regularmente, sea una vez al año o hasta cada seis meses, se convierten en un tipo de medicina preventiva.
“Es un acto, yo diría, de autoamor, de regalarte un espacio. Por ningún otro propósito que yo me lo merezco, yo merezco descansar”, señala Carla Francesca, de Namaste Puerto Rico, maestra de yoga que en febrero organizó su propio retiro en Utuado dedicado a mujeres.
En lo que todos están de acuerdo es que el provecho que uno le saca al retiro depende mucho de cómo uno aplica a su vida diaria las prácticas y nuevos conocimientos que adquieren. Más allá de relajarse y tener experiencias nuevas, los retiros ayudan a las persona a refinar y expandir su estilo de vida saludable.
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“A menudo la gente puede venir con una idea específica de lo que quieren sacar de un retiro y también pueden aprender que hay cosas nuevas que no sabían que podrían adoptar como algo que quieren comenzar como una práctica formal”, sostiene Wright.
“Queremos que la gente vea todos los aspectos de su estilo de vida y que sean deliberados al momento de diseñar sus estilos de vida saludables, mirando no solo lo que están comiendo o que están haciendo ejercicio, sino cómo están trabajando con su mente, cómo están manejando su estrés, cómo están desarrollando prácticas que son regulares”, añade.
Esto puede ser mejorar la alimentación, comprometerse a pasar más tiempo con la naturaleza, a moverse, asumir una práctica de meditación o reflexión diaria. O simplemente sacar tiempo de tu día para atenderte a ti y tus necesidades y a nadie más.
“A largo plazo va a depender de la persona pero entiendo que un retiro siempre te toca, te cambia, te despierta algo o te da curiosidad de seguir buscando, de seguir sanando, de seguir conociéndote, de regalarte esos momentos en que estés sencillamente haciendo nada. Un retiro es eso mismo, ir a regalarte descanso, bienestar, sin ningún propósito. No vas a ganar nada material, es regalarte la oportunidad de descansar, de conectar con la naturaleza, de hacer algo por ti”, asevera Francesca.
Cuidado con los retiros de conversión
Juan González Rivera advierte en contra de los retiros de conversión que muchas veces son organizados por grupos cristianos con el propósito de que la persona tenga una experiencia de impacto y se conviertan a esa religión.
“Estos retiros tienen un fuerte componente emocional y sicológico, hay un grado de meditación y relajación, pero también cierto grado de persuasión o cierta manipulación”, asesora.
“El problema que se ha visto con estos retiros es que los efectos son a corto plazo. En retiros de impacto o de conversión las personas alegan que ven ciertas cosas, emociones o efectos de impacto en los que hay un tipo de reflexión, pero vemos que esos efectos son a corto plazo”, aclara el experto en la espiritualidad en relación a la psicología.
Foto: IStock