Crujiente, bien formada e hidropónica, así es la lechuga salanova cultivada en Puerto Rico. Es más, a esta se le puede llamar la más fresca de las lechugas.
Se trata de una lechuga diferente a la que llaman del país, que con frecuencia resulta mucho más amarga que la de otras variedades. La salanova, por su parte, de color verde intenso y tiene un sabor muy agradable.
Para ver el cultivo y aprender sobre las lechugas hidropóncas, visitamos la finca de F&F Hydroponics donde Sigfredo Fernández y Antonio Fadhel, tienen varios umbráculos dedicados al cultivo mayormente de lechugas salanova y berros.
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Tanto la lechuga como el berro son alimentos bajos en contenido calórico y ricos en vitamina K, necesaria para el proceso de coagulación de la sangre y el metabolismo de los huesos. Además tienen potasio y vitamina E, entre otros nutrimentos, y ambos son buena fuente de fibra.
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En el caso de las producidas en esta finca, el empaque tanto de la lechuga como el de los berros, están diseñados perfectamente para que estos productos tengan una mayor vida útil en la nevera.
Un dato interesante es que se recogen en su punto de maduración, y al ser producidas localmente, llegan al mercado mucho más rápido que la lechuga que se exporta, que puede tardar hasta más de 3 semanas en llegar a su destino.
Además del beneficio a la salud, la lechuga local se produce todo el año, por lo que se convierte en la reina de la ensalada.
Cuando vaya a comprar sus lechugas y berros, prefiera los que estén frescos, con buen manejo, libres de manchas, y sin residuos de tierra. Recuerde que hay más variedades que las tradicionales.
Foto: IStock