Come bien, ¡sin renunciar a tus placeres!

Muchas personas piensan que alimentarse bien es sinónimo de comer siempre lo mismo y tener que renunciar a los placeres culinarios.

Sin embargo, no tiene que ser así. Una búsqueda rápida por la Internet te mostrará la cantidad de recetas saludables y algunas pruebas en tu cocina te demostrarán que la comida saludable ¡es deliciosa!, y además te sentirás mejor.

En cuanto a esos pequeños pecados culinarios, el secreto está en la frecuencia con la que los consumes y en la porción. Una alimentación saludable se basa en el equilibrio.

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Puedes disfrutar de tus comidas favoritas, aunque tengan un alto contenido de calorías, grasas o azúcares, siempre y cuando las comas solamente de vez en cuando y las equilibres con alimentos más saludables y más actividad física. (¡Sí, ejercicio!)

Algunos consejos generales sobre las comidas reconfortantes:

Consúmelas con menos frecuencia

Si normalmente consumes estos alimentos todos los días, reduce la frecuencia a una vez por semana (eso para empezar; la meta es ingerirlas una o dos veces al mes.

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Claro, ahora te parece mucho, pero según te vayas acostumbrando y viendo los resultados, será más fácil). De esa manera, reducirás las calorías que ingieres al no consumir la comida con tanta frecuencia.

Come porciones más pequeñas

Si tu alimento de alto contenido calórico favorito es una barra de chocolate por la tarde, consume una de tamaño más pequeño o solo la mitad de una barra. Pero ten cuidado. Este método funciona bien para algunas personas, pero otras pueden descubrir que es demasiado tentador tener su comida favorita disponible, aunque sea en cantidades más pequeñas.

Prueba una versión con menos calorías

Usa ingredientes bajos en calorías o prepara tus comidas de otra manera. Por ejemplo, si la receta de macarrones con queso que usas lleva leche entera, mantequilla y queso de grasa natural, trata de prepararla con leche sin grasa, menos mantequilla, queso crema bajo en grasa, espinacas frescas y tomates. Ten presente que no debes aumentar el tamaño de las porciones.

Lo importante es que encuentres la manera de incluir casi todos los alimentos en tu plan de alimentación saludable y aun así bajar de peso o mantener un peso saludable. Recuerda, la clave es ser constante y elegir siempre opciones saludables. Pensar más de manera positiva y concentrarte en los alimentos que puedes comer (y no en los que no debes), te ayudará a establecer hábitos alimenticios saludables. ¡Éxito!

Foto: IStock

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