Se considera comida rápida toda clase de comida preparada de manera rápida, cómoda y por lo general barata. La comida rápida no es costosa ya que, usualmente se prepara con ingredientes baratos como carne rica en grasa, granos refinados, y se le agrega azúcar y grasas en vez de comida nutritiva como carnes magras, frutas frescas y vegetales.
No existe comida “mala”. Toda clase de comida puede incluirse en un plan de comida saludable. Si bien es cierto que la comida rápida suele ser rica en grasas, calorías, colesterol y sodio, también lo es que comerla de vez en cuando no te causará problemas. Los problemas surgen cuando este tipo de comida se consume durante largos periodos de tiempo, ya que puede producir problemas de salud como presión arterial alta, enfermedades del corazón y obesidad. Es entonces cuando la comida rápida y barata comienza a costarte dinero en servicios de salud.
Beneficios de comer saludablemente
Recomendaciones
Algunas de las cadenas de restaurantes que ofrecen comida rápida están reformando sus menús para responder a las demandas de los consumidores. Por ejemplo, algunas de las cadenas ya no sirven comida que contiene trans fat (grasa hidrogenada), y otras han renovado e incorporado en sus menús frutas y verduras.
Si ingieres comida rápida más de una vez por semana, trata de tomar decisiones saludables.
A continuación te presentamos algunos consejos del Center for Young Women’s Health:
- Escoge comidas que sean asadas y no fritas, como el sándwich de pollo a la parrilla en vez de pollo frito o nuggets.
- Escoge sopas que no sean preparadas con crema de leche (por ejemplo: si el nombre de la sopa incluye la palabra “crema” como “crema de tomate”, evita pedirla).
- A las ensaladas, agrégales aderezos bajos en grasa en vez de usar los que contienen mucha grasa.
- Come ensalada o sopa en vez de papas fritas.
- Utiliza mostaza o ketchup en vez de mayonesa.
- Pide combos pequeños. Por ejemplo, en vez de pedir un sándwich grande, pide uno pequeño con una ensalada o fruta como plato complemento.
- En cuanto a los complementos, pide una porción pequeña o una porción para niños. Una porción grande de papas fritas contiene aproximadamente 500 calorías y 25 gramos de grasa, mientras que una porción pequeña contiene aproximadamente 60% menos grasa y calorías (230 calorías y 11 gramos de grasa).
- Si es posible, cuando pidas un sándwich, escoge carnes magras (baja en grasas) como pavo o pollo a la parrilla en vez de productos fritos como hamburguesas, bistec o sándwiches de queso.
- Escoge agua, leche descremada o sodas dietéticas en vez de las sodas regulares, bebidas de frutas, batidas o leche entera.
- Cuando pidas una pizza, agrégale vegetales en vez de carne y escoge una masa fina en vez de una con bordes gruesos.
- Si hay verduras y frutas disponibles, trata de agregarlos en tus comidas. Por ejemplo, ponle lechuga y tomate a tus sándwiches o hamburguesas.
Actualmente, la mayoría de los restaurantes y cadenas de comida rápida publican su información nutricional en la Internet, ¡búscala! Por lo general, en la página principal se dispone de un enlace hacia la sección sobre nutrición en donde encontrarás información al respecto incluyendo grasas, colesterol, sodio, proteínas, calorías y más.
Seguridad e higiene al cocinar a la BBQ
Revisa esta información, te ayudará a tomar decisiones saludables cada vez que comas fuera de casa.
Recuerda: Trata de equilibrar comida rápida con otras comidas nutritivas durante el día y toma decisiones saludables cada vez que te sea posible. Existen muchas opciones fáciles, ricas y al alcance de la mano para elegir una comida saludable que puede comerse al paso.
A largo plazo, tu cuerpo te lo agradecerá.