6 prácticas para mantener la motivación

Hoy en día uno de los obstáculos con los cuales nos enfrentamos en el caminar por la vida es la falta de motivación al momento de querer cumplir nuestros anhelos.

La mayoría de las veces tenemos las herramientas necesarias para cumplir dichas metas, sin embargo, perdemos la dirección, la fuerza o simplemente el propósito de aquello que queremos conseguir.

Cuando el interés o la determinación se desvanece, podemos decir que hemos perdido el motor que nos mueve por el mundo. A ese motor que nos impulsa para poder lograr lo que tanto deseamos a través de la vida le llamamos motivación.

Nos referimos al impulso mental que nos da la fuerza necesaria para iniciar la ejecución de una acción y a su vez nos ayuda a mantenernos en el camino adecuado para alcanzar nuestra finalidad; son los componentes que activan y dirigen nuestro comportamiento. Es un estado que estimula, controla y sostiene la conducta. Es aquella combinación de compromiso, pasión, decisión y voluntad que genera la energía que necesitamos para obtener la recompensa en el desempeño de nuestra vida. Generalmente, la motivación es vista como la aplicación de una fuerza externa o interna que impulsa a ejecutar una acción para obtener algo agradable o evitar algo desagradable. La fuerza interna es la que nace de nuestro interior (autonomía, sentido de la vida, propósito, voluntad, esperanza) y la fuerza externa es la que surge de lo que nos rodea (dinero, fama, atención, reconocimiento, aprobación de los demás).

Aunque ambas motivaciones son importantes en nuestro desarrollo como seres humanos, lo conveniente es dejarnos llevar por nuestra fuerza interior, también conocida como automotivación.

Cuando la motivación dirige nuestra vida, estamos dispuestos a correr riesgos y tomar decisiones con un sentido de compromiso que nos lleva a lograr un mejor desempeño y nos ayuda a cumplir con las metas establecidas. Así que la motivación es muy importante para lograr el éxito, tanto en la vida personal como en la profesional. Es importante para ser asertivos en todas las decisiones que debemos tomar y nos ayuda a mantener solo pensamientos positivos.

Cuando estamos motivados, somos personas optimistas, con iniciativa, actitud positiva y dinamismo en todo lo que hacemos. El tono de voz, la apariencia física, la postura, la mirada, los gestos y las acciones serán consecuentes con los pensamientos y con lo que deseamos proponernos en la vida. Según vayamos logrando éxitos parciales, la motivación aumentará y será más fuerte.

No obstante, en ocasiones nos enfrentamos a circunstancias o situaciones que nos llevan a experimentar esa falta de entusiasmo en las cosas que realizamos. Esto nos puede causar sentimientos de infelicidad e insatisfacción; es en ese momento cuando comenzamos a abandonar nuestros objetivos.

Muchas veces cuando sentimos estrés, frustración, miedo, falta de tiempo y de interés o apatía, empezamos a perder motivación.

El centro de la motivación es el pensamiento, así que está en nosotros mantener en todo momento un pensamiento positivo.

Para conservarlo y aumentar la motivación tenemos varias alternativas que podemos poner en práctica:

Mantén una actitud positiva ante las cosas que suceden

Ser positivo es la mejor opción para superarse y mantener la fuerza que necesitamos para lograr nuestros objetivos. No importa lo difícil que pueda ser el camino, debemos aprender a enfocarnos en el lado positivo de las cosas y obtener un aprendizaje de todo lo que nos sucede.

Aprende a manejar tus emociones

Estas se originan desde nuestro interior, por lo que debemos tomar conciencia y hacer una introspección de lo que sentimos. Una vez identificamos la emoción, debemos actuar con responsabilidad. Nunca debemos juzgarnos ni criticarnos por lo que sentimos.

Aprecia el valor del tiempo

Aprovecha el tiempo al máximo, organízate y divídelo de una manera realista; nunca trates de añadir a tu día más responsabilidades de las que puedas cumplir. Recuerda que el día solo tiene 24 horas y necesitas tiempo para descansar.

Crea una visualización de lo que deseas lograr

El secreto para mantener la motivación es visualizarnos logrando nuestros objetivos; eso ayudará a mantener la fuerza necesaria para enfrentar cualquier obstáculo que se presente. Da por hecho que lo has logrado, emociónate y disfrútalo, como si ya fuera parte de tu vida.

Escribe metas a largo y a corto plazo

Una vez establecidas cuáles serán las metas, colócalas en un lugar visible en donde puedas verlas todos los días. Eso contribuirá a mantenerte motivado y no perder el objetivo.

Compensación

Tratar de llegar al objetivo puede ser un trabajo arduo que muchas veces genera cansancio y agotamiento. Es por esa razón que debes recompensarte cada vez que te estés acercando a la meta. A modo de refuerzo, puedes comprarte algo que deseas, hacer un viaje, leer un libro, visitar tu restaurante favorito, realizar un paseo, disfrutar de la naturaleza o simplemente tomar un descanso.

Aprende a motivarte con frases como:

  • “Todo es posible en la medida que creas que es posible”.
  • “Eres un ganador”.
  • “Vive, ama y sé feliz”.
  • “Arriésgate, no te quedes con las ganas”.
  • “No pierdas ni un solo día sin acercarte a tu sueño”.
  • “Eres fuerte y valiente”.
  • “Tú puedes”.
  • “Lo lograrás”.
  • Así que a partir de hoy, ama lo que eres, disfruta lo que haces y vive intensamente. La vida es una, ¡aprovéchala!

La autora es psicóloga.

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