El agua refresca, alivia y calma. Además de hidratarnos y limpiarnos, es una de las herramientas que recomiendo a mis clientes luego de una sesión de terapia. Se llama el baño terapéutico.
¿De qué se trata?
Sencillo: Debes tener una bañera que puedas llenar de agua tibia o caliente sin que te queme. Luego viertes 2 tazas de sal de higuera (epsom salt) y te sumerges.
¿Por qué la sal de higuera?
Se ha utilizado por años para aliviar dolor e inflamaciones, especialmente en manos o tobillos. Sin embargo, hacer un baño con ella es fenomenal para el cuerpo.
La sal de higuera contiene magnesio, un mineral natural con grandes propiedades antiinflamatorias y muy necesario para distintos procesos metabólicos de nuestro cuerpo. En esos días en los que sientes que todo te duele -las articulaciones, brazos, piernas, espalda, cuello- es cuando debes hacer el baño terapéutico.
La sal de higuera viene en versión original y también con lavanda, camomila o menta. El precio es económico: $4 o $5 y la consigues en las farmacias de la comunidad, supermercados y megatiendas.
Esto es lo que te recomiendo: llegas a casa, hidrátate, llenas la bañera, viertes las 2 tazas de sal de higuera, busca tu música preferida. Entra en la bañera y te sumerges hasta que el agua comience a enfriar. Además de reducir el dolor y la inflamación, es muy relajante, por lo que tu nivel de estrés bajará considerablemente y podrás dormir mejor.
Hazlo y cuéntame cómo te fue.