Mujer cuenta cómo perdió 74 libras

Gladys Polock Cosme quería un cambio radical al llegar a los 40 años, no se sentía cómoda con la mujer que había habitado su cuerpo por los pasados años, por lo que decidió someterse a una intensa rutina de ejercicios que la llevó a exhibir una nueva figura que no tiene nada que envidiarle a la de una atleta.

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Quien la ve actualmente luciendo atuendos ajustados, exhibiendo unos tonificados brazos y esculpidas piernas, jamás imaginaría que la asistente ejecutiva llegó a pesar 210 libras.

“Llegó un momento en que cada vez compraba la ropa más grande. Cuando vi que estaba en un tamaño 18 brincando para 20 y apenas tenía 28 o 30 años, dije: ‘Tengo que parar, estoy fuera de control’”, indica la mujer que rebajó las primeras 30 libras gracias a Weight Watchers.

 

“Empecé, como se dice, dando baby steps. Me metí en Weight Watchers, fui desarrollando una buena alimentación y comencé a caminar solo 15 minutos. Luego aumenté a media hora, a 45 minutos, hasta llegar a la hora”, recuerda Polock, quien desde niña tuvo problemas con el peso.

Pero el cambio radical se dio hace un año, cuando decidió que las libras bajadas no eran suficientes. Fue así como se sometió a un riguroso plan de ejercicios que transformó drásticamente su cuerpo.

Polock asegura que los primeros días fueron muy duros, pero aun así no se desanimó.

“Cuando empecé hacía la trotadora como 20 minutos y me iba para las máquinas. Me sentía como ‘cucaracha en baile de gallina’ porque todo el mundo estaba ready, se sabían las rutinas y yo todavía estaba leyendo las instrucciones, pero como tenía el deseo, las ganas y quería mejorar, me enfoqué en mis metas”, destaca la mujer de 40 años.

Dentro de esas metas se encontraban aumentar su resistencia, ya que era común que se fatigara al menor esfuerzo. “Corría cinco minutos y me quería morir, apenas podía hacer cinco push ups. Ya puedo hacer 20 o 30 seguidos y correr más de 10 minutos sin morirme”, resalta entusiasmada la mujer que es fiel con sus loncheras y meriendas diarias.

Polock admite que le encanta comer, razón por la cual su peso se disparó tan abruptamente, pero ahora mide sus porciones, elige comidas saludables y se permite un gustito semanal.

Cuando observa el camino andado y mira sus antiguas fotos, siente gran orgullo por su hazaña.

“Me siento bien y muy orgullosa porque jamás pensé estar como estoy ahora. Cuando me metí en el grupo pensé que iba a mejorar un poco, pero no pensaba que le iba a sacar tanto provecho. Ahora es como una terapia y me sale más barato que ir al sicólogo”, dice entre risas.

Más allá del evidente cambio físico que exhibe con sus nuevas 136 libras, Polock también se siente transformada interiormente.

“Mi autoestima ha aumentado de manera considerable y tengo más seguridad en mí. No hay nada que no me atreva hacer ahora, incluso ejercicios que pensaba eran imposibles. Antes no podía correr ni dos minutos y ahora corro cinco millas y a nivel profesional, cualquier proyecto que se presente lo hago sin temor”.

Finalmente, Polock recomienda que todo aquel que se encuentre en la encrucijada del peso no lo piense más y tome acción.

“Es difícil, pero no imposible. Lo más difícil es empezar, hay que hacer el sacrificio, ajustes y pasar trabajo, pero al final del día, vale la pena”.

 

Antes: 210 libras

Después: 136 libras

Total: -74 libras

Talla anterior: pantalón: 18/camisa: x large

Talla actual: pantalón: 2/camisa: small

(Fotos por Felipe Torres/Satff)

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