Una vez que hayas perdido peso, prueba seguir estos consejos para mantenerte ahí, ni una libra más ni una menos:
- Continúa ejercitándote.
- Sigue vigilando el tamaño de tus porciones.
- Para consumir fibra, come muchos vegetales y frutas frescos, y un poco de granos integrales.
- Limita las grasas animales y usa cantidades pequeñas de grasas más saludables como el aceite de oliva.
- Opta por pollo y pescado con más frecuencia que carne roja, y limita la porción al tamaño de la palma de la mano.
- Desayuna todos los días.
- Date gustos de vez en cuando (¡solo de vez en cuando!).
- Pésate con regularidad.
Mito y realidad
¿Crees que si la etiqueta dice “sin grasa” o “bajo en grasas” puedes comer todo lo que quieras y no subirás de peso?
Bueno, la realidad es que muchos alimentos bajos en grasas o sin grasa tienen azúcares añadidos, almidones o sal para compensar la reducción en grasa.
Estos alimentos “maravilla” a menudo tienen la misma cantidad de calorías o incluso más que la versión regular.
¿Consejo? Revisa la etiqueta de nutrición para saber cuántas calorías tiene cada porción y asegúrate de cotejar también el tamaño de la porción.