Existen siete prácticas preventivas que son consideradas casi sagradas a la hora de prevenir el cáncer.
No fumes
El consumo del cigarrillo se vincula a varios tipos de cáncer –incluyendo el de pulmón, cérvix, riñón y vejiga. Igual ocurre con la práctica de masticar tabaco, que se asocia con el de la cavidad oral y el de páncreas.
Aunque no fumes, si vives o te encuentras constantemente en contacto con un fumador, puedes perjudicar tu salud debido al humo de segunda mano, el cual aumenta el riesgo de contraer cáncer de pulmón.
Evitar el cigarrillo –o dejar el vicio– constituye uno de los pasos más importantes para prevenir el cáncer. Las políticas severas antitabaco han logrado reducir la incidencia de cáncer de pulmón en aquellos países en los que son implantadas.
Mejora tu alimentación
El sobrepeso es uno de los factores de riesgo más influyentes en el cáncer. Se debe controlar desde la infancia, para, de esa forma, disminuir la incidencia de cáncer a largo plazo.
Entre los tumores que se relacionan a una mala alimentación figuran los de colon y recto, mama, próstata, endometrio y matriz.
Seleccionar mejor tus alimentos no te asegura protección contra el cáncer, pero te ayuda y ¡mucho!
Come muchas frutas y vegetales
Basa tu dieta en estos alimentos, al igual que en granos y habichuelas.
Limita la ingesta de grasa
Come de forma más liviana y saludable utilizando menos grasas saturadas. Particularmente, evita comidas de fuente animal como las carnes rojas. La alimentación rica en grasa también excede el número de calorías recomendadas para una ingesta saludable y aumenta el riesgo al sobrepeso y a la obesidad – lo cual, a la vez, te torna vulnerable ante el cáncer.
Si bebes, hazlo con moderación
Los tipos de cáncer que afectan al seno, colon, riñón, pulmón e hígado, aumentan su incidencia con la ingesta de alcohol, con la cantidad de bebida que se toma y el número de horas que se dedica a beber.
Procura mantenerte en tu peso ideal
Todos tenemos un peso ideal de acuerdo con nuestra complexión ósea y estatura. Es importante que nos mantengamos cerca de este peso, que no nos alejemos demasiado. De lo contrario, aumentamos el riesgo de contraer cáncer de seno, próstata, pulmón, colon y riñón.
La actividad física es la mejor forma de mantenerte en buen peso. Como objetivo general, realiza al menos 30 minutos de ejercicio al día.
Cúbrete del sol
El cáncer en la piel es uno de los más comunes, y viviendo en el trópico se hace aún más frecuente. Para protegerte procura:
- Evadir el sol de mediodía
- Pararte en la sombra
- Cubrir las áreas de tu cuerpo que se encuentren expuestas al sol
Protégete durante las relaciones sexuales
Debes procurar disminuir tu incidencia de contraer el virus de papiloma humano (VPH, por sus siglas) que aumenta tu riesgo de contraer cáncer de cuello uterino y de la cavidad oral.
Vacúnate contra la hepatitis C
Este virus ha sido relacionado con el cáncer de hígado.
Ten en cuenta tu genética
Los antecedentes genéticos juegan un papel decisivo en el 5% de los casos de cáncer de mama y de un 5 a un 10% de los de cáncer de colon. Acude a tu médico y consulta sobre las posibilidades de realizarte un examen genético si tienes antecedentes familiares en ambos.
Realízate chequeos periódicos
No dejes de consultar con tu médico para realizarte pruebas de detección temprana con periodicidad. También ante estas señales de alarma consulta al especialista:
- Una úlcera en la boca que no cicatriza en cuatro o cinco semanas
- Una ronquera que se prolonga por cuatro o cinco semanas
- Expectorar con sangre
- Descubrir una mancha en la piel que cambia de tamaño, crece o sangra
- Sangre en la orina o las heces
- Ante un cuadro prolongado de pérdida de peso o fiebre que no tenga un origen claro