Los problemas del habla no solo afectan a los niños. Existen afecciones que pueden lograr que un adulto con perfecta capacidad de comunicación enfrente repentinamente problemas para comunicarse.
La licenciada en patología del habla Nellie Torres, asegura que los adultos que reciben terapia del habla son personas que gozaban de una vida normal y plena y un evento de salud les ocasionó que perdieran sus funciones comunicativas.
Generalmente, se debe a alguna de las siguientes afecciones: derrame cerebral o accidente que causó trauma en el cerebro, Parkinson, condición de Lou Gehrig (esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad que afecta las neuronas motoras en el cuerpo, principalmente en los brazos, piernas y boca), demencia, esclerosis múltiple o tumor cerebral.
La directora clínica y fundadora del Instituto Fonemi de Puerto Rico, afirma que en muchas ocasiones son personas muy exitosas, por lo cual verse imposibilitados de comunicarse les causa mucha ansiedad. “Son afecciones que te anulan socialmente porque el instrumento social número uno es la comunicación y estas personas, entonces, tienden a no hablar o se limitan a monosílabos”.
La patóloga señala que la dificultad del lenguaje suele estar relacionada con alguno de los siguientes diagnósticos:
Apraxia
Dificultad para programar los movimientos de la boca para decir las palabras que en su cerebro saben que tienen que decir. “Hay un desfase entre lo que el cerebro envía y lo que la boca hace con ese mensaje para producirlo”.
Disfasia
“Tienen un daño cerebral que ocasionó un daño en el músculo, la boca o sistema respiratorio. A veces los ves con la boca abierta, se babean, algunos ni siquiera pueden mover la boca, otros de solo un lado y suelen tener dificultad para masticar y tragar. La persona puede emitir sonidos y si el oyente se concentra, puede entender lo que dice”.
Afasia
Las personas tienen problemas para formular oraciones y encontrar las palabras que quieren decir, comprender lo que se le dice y en las destrezas de lectura y escritura. “Es como tener un niño que debe comenzar a desarrollar el lenguaje. Es la más incapacitante porque no puedes entender. Es como si de momento te tiraran en Alemania”.
Según la experta, una persona podría tener diagnóstico combinado de las tres.
Tratamiento
Aunque los pacientes con este diagnóstico no recuperan sus destrezas de lenguaje en un 100%, Torres indica que algunos pueden obtener hasta un 80% de sus capacidades.
“Los objetivos son parecidos a cuando trabajas con niños. La idea es llevarlos a una comunicación exitosa y a que su vida sea más funcional, pero las estrategias y materiales son diferentes. Factores como la edad, rapidez con la cual comenzó el tratamiento y severidad de la afección, son determinantes. “No es lo mismo que ocurra a los 50 años que a los 80. Entre más joven ocurra tiene una mejor prognosis ya que el cerebro tiene neuroplasticidad. El cerebro con estímulo crea nuevas conexiones y se comienzan a trabajar otras áreas de este, porque esas partes murieron”, sostiene la experta, mientras expresa que entre más alto el nivel de educación, mayor posibilidad de recuperación.
A continuación, el tratamiento a seguir:
Apraxia
Trabajar con la praxis verbal para que puedan coordinar los movimientos de la mandíbula y producir los sonidos desde lo más sencillo hasta la oración. “El caso de apraxia, si la persona es joven y se comienza a tiempo, suele ser bastante exitoso”.
Disfasia
Trabajar con el desarrollo motor realizando ejercicios con la lengua, labios y mandíbula; así también con la respiración, fuerza y coordinación de movimientos.
Afasia
La idea es trabajar con destrezas de comunicación básicas para que el paciente pueda contestar preguntas, expresar lo que quiere, sus ideas y emociones para hacer que sea más funcional. También se utiliza la escritura como medio de comunicación.
“En casos severos existe asistencia tecnológica en la que el individuo por medio de una tabla de comunicación puede comunicarse. Puede ser desde una tableta hasta otros más sofisticados con la que el paciente se comunica al toque de un botón”.
Recomendaciones para los familiares:
- “Realiza preguntas cortas y sencillas”.
- “Si el paciente tiene disfasia, debes dejar lo que estás haciendo para escucharlo y establecer contacto visual. También puedes mostrarle alternativas visuales hasta dar con lo que quiere decir. Si no hay estímulo visual, que escriba lo que quiere expresar”.
- “Involúcralos en actividades de su agrado y que aún pueda realizar. Si es amante de las plantas, conversa sobre ese tema ya que se le hará más sencillo comunicarse en un lenguaje que antes dominó”.
- “No los sobreprotejas”
- “Celebra sus progresos”