Cuando un médico te mira directamente a los ojos y te dice que tienes cáncer, tu vida se transforma justo desde ese momento. Cambia tu vida, la de tus hijos, padres, hermanos, amigos… y la de tu pareja.
Uno de los aspectos que más se afectan –y del que menos se habla– es el de la sexualidad.
Según la sexóloga Alicia Fernández Villanueva, la sexualidad es un aspecto muy personal que significa diferentes cosas para cada persona, por lo que las actitudes y los comportamientos sexuales varían entre individuos y dependiendo de sus circunstancias.
Los problemas sexuales después del tratamiento de cáncer a menudo son causados por una depresión, por sentimientos de culpa por haberse enfermado, por cambios en el físico después de la cirugía, o estrés entre el paciente y su pareja.
Cuando se trata de algún cáncer vinculado a la sexualidad –de órganos reproductores femeninos y masculinos, y de mama– los datos revelan que cerca de la mitad de las mujeres que han tenido tratamiento a largo plazo para uno de estos y más de la mitad de los hombres tratados por cáncer en la próstata, han informado tener problemas sexuales a largo plazo. Muchos sobrevivientes alegan que no estaban preparados para los cambios en su vida sexual.
Principales preocupaciones
Pérdida de interés en el sexo
Se afecta la respuesta sexual, lo que incluye el deseo, la excitación y el orgasmo. Esto puede causar diversos trastornos sexuales, dijo la sexóloga.
No tener el desempeño sexual de antes de la enfermedad
Después de la terapia para el cáncer de próstata, de pene o de los testículos, algunos no pueden tener o mantener una erección. Algunos tratamientos pueden debilitar el orgasmo masculino o hacer que este sea seco (sin eyaculación). Tanto a hombres como a mujeres las relaciones sexuales pueden resultarles dolorosas.
Aunque ciertos tratamientos pueden originar estos problemas, muchas veces no hay una causa clara para ellos. Otros pacientes se sienten agotados y el sexo es lo último en lo que piensan. Además, la quimioterapia y algunos medicamentos pueden reducir el deseo sexual.
Problemas con su físico después del tratamiento
La cirugía, la quimioterapia y la radiación pueden causar cambios en el cuerpo. Por esta razón la idea de que la pareja los vea desnudos resulta estresante.
“Esto está estrechamente relacionado con una baja en la autoestima, que a su vez puede dar pie a depresión, ansiedad y temores para todos los aspectos de la vida, pero específicamente en el sexual”.
Preocupación respecto al embarazo, contracepción e infertilidad
Según Hernández Villanueva, píldoras anticonceptivas están contraindicadas para los pacientes de cáncer, debido a las hormonas.
“En las mujeres jóvenes con cáncer de mama, la infertilidad es una gran angustia que puede llevarlas a evitar las relaciones sexuales por temor de que el embarazo cause una reincidencia de la enfermedad”.
Dependiendo del tratamiento que haya recibido, edad, género sexual y tiempo que haya pasado desde que terminó la terapia, podría haber infertilidad, por lo que deben considerar opciones antes del tratamiento, aconsejó nuestra entrevistada.
Tener síntomas de menopausia
Esto puede causar sequedad, estrechez vaginal y otros problemas que pueden afectar el deseo de tener relaciones sexuales. Peor aun si la paciente no expresa lo que le está ocurriendo ni busca ayuda.
Todo un reto
Los problemas sexuales pueden dificultar aún más el sentirse unido a la pareja. Incluso para aquellos que llevan mucho tiempo juntos, permanecer unidos puede ser al principio todo un reto.
“La pareja debe estar al lado incondicionalmente y debe asegurarse de que el paciente así lo sienta”, puntualizó la experta, señalando que deben tener una confianza total y una comunicación franca.
“Esto es una oportunidad que tienen ambos para concebir la sexualidad en su más abierta y flexible expresión. A veces la limitan al coito y pasan por alto su aspecto más amplio y flexible como expresión de un amor maduro. A veces lo que el paciente quiere y necesita son caricias en todo el cuerpo, auténticas sonrisas y miradas de amor, el calorcito de la otra persona y eso le satisface plenamente. La cercanía física no es solo genital”.
Sugerencias para el paciente
- Exprésale cómo te sientes respecto a tu vida sexual y qué te gustaría cambiar.
- Comparte tus reflexiones acerca de cómo es ahora tu vida sexual.
- Cómo te sientes por esa causa: asustado, solo, triste o enojado.
- Qué te haría sentir mejor.
En cuanto a la otra persona
- Escucha sus puntos de vista.
- Repite con sus palabras lo que escuchaste, para demostrar que comprendiste.
- Haz preguntas para mostrarte interesado y comprensivo.
- Brinda apoyo. Di cosas como “pareces preocupado” o “estoy seguro de que esto es muy duro para ti”.
- Concéntrate en sus comentarios, no en lo que piensas contestar.
- No te tomes nada personal. No es una queja acerca de tu desempeño, sino de cómo se siente a raíz de su nueva realidad y cómo puedes ayudarla.
De acuerdo con la sexóloga, el amor maduro que deben demostrarse todas las parejas, pero sobre todo aquellas que se encuentran en esta situación, exige tres componentes: pasión, intimidad y compromiso.
“La pasión no meramente implica tener coito, son las emociones que esa persona despierta en mí. La intimidad es ese sentimiento de yo querer estar siempre con esa persona y yo voluntariamente acepto un compromiso de querer compartir con esa persona siempre”.
Los solteros pueden preguntarse cómo y cuándo contarle a esa persona nueva en su vida acerca del cáncer y de los cambios físicos. El miedo a ser rechazado evita que algunos salgan con alguien y prefieran estar solos, pero tienen la presión de sus amigos y familiares para que sean más sociables. Sin embargo, estos ni deben ceder ni deben aislarse, sino buscar el consejo de un profesional de la salud mental.