¿Correr en la calle o en la trotadora?

¿Estás entre los que se han hecho la pregunta y aún no tienes totalmente claro qué debes hacer? Ambas son opciones viables para practicar el ejercicio, la decisión final dependerá de las necesidades de cada uno. Correr al aire libre, igual que correr en la trotadora, tiene sus beneficios, aunque también hay diferencias significativas.

Montarte en la trotadora para correr tiene como principal ventaja que la superficie del equipo está preparada para amortiguar el impacto en las articulaciones de las rodillas y en la espalda, lo que minimiza el riesgo de lesiones.

Otras ventajas son:

  • Estás en un ambiente privado y que provee mayor seguridad
  • Puedes realizar el ejercicio en cualquier momento, sin preocuparte por las limitaciones del clima
  • Tienes más control sobre el desempeño al realizar el ejercicio ya que proveen para monitorear distancia, calorías y ritmo cardiaco, entre otros.
  • Posees la posibilidad de elegir entrenamientos preestablecidos para satisfacer tus necesidades particulares, como quema de grasa, ejercicio cardiovascular y resistencia, entre otros.
  • El entrenamiento es más progresivo, ya que puedes llevar una velocidad constante y no te enfrentas a los cambios bruscos de terreno que puedes experimentar al aire libre.

Como todo, también tiene sus desventajas, siendo la primera que correr en un mismo lugar es aburrido y hace que la sensación de fatiga o cansancio aparezca rápido.  Estar en un ambiente cerrado causa mayor sudoración, por lo que la hidratación debe ser siempre mayor. Tampoco existe la relación cuerpo y ambiente natural necesaria para prepararse para carreras o maratones.

Si eres de los que disfrutan la naturaleza, correr afuera  también tiene sus ventajas, principalmente si tu meta es prepararte para correr maratones o carreras largas.  Cuando corres en exterior pones el cuerpo en perspectiva de los diferentes ambientes naturales y experimentas diversos tipos de suelo que te ayudarán a prepararte mejor. En un espacio abierto se hace menos pesada la actividad y al distraerte con los paisajes alrededor y cambiar de entorno el cansancio es menor y el compromiso con uno mismo, mayor.  Estudios previos han demostrado que factores como el viento, la inclinación de las superficies y la mayor capacidad de velocidad promueven un ejercicio de mayor intensidad, que en muchas ocasiones puede incrementar el gasto calórico hasta un 5%.  

Puedes sacarle mejor provecho combinando ambos escenarios de acuerdo con tus metas personales.

Sin embargo, si tienes lesiones previas al correr en la calle o concreto, como es una superficie bastante dura, estarías añadiéndoles estrés a las articulaciones, porque el impacto de la pisada es más intenso y las cuestas hacen que se castigue un poco más la espalda. Por esta razón es más importante que el calzado que utilices sea el adecuado e incluya amortiguadores para minimizar el impacto.

El ejercicio físico siempre es sinónimo de salud, por lo que puedes sacarle mejor provecho combinando ambos escenarios de acuerdo con tus metas personales y así evitas que el cuerpo se acostumbre a una misma superficie. Sea en exterior o interior, es importante que consideres tu historial físico y de lesiones para determinar qué te conviene más. Para ambos debes mantener una temperatura óptima de tu cuerpo, utilizando ropa y calzado adecuados.

Si decides correr al aire libre, considera superficies que sean menos duras como la arena, la tierra y la grama. Ambas tienen sus desventajas relacionadas con posibles desniveles, pero al ser más blandas proveen menor impacto en las articulaciones y la espalda.

***El autor es entrenador físico.

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